CINE NACIONAL ARGENTINO
El 23 de mayo se celebra su día, rememorando el estreno de la primera película argumental de producción nacional: "La Revolución de Mayo", en el Teatro Ateneo de Buenos Aires.
LA HISTORIA EN EL CINE NACIONAL
“La Revolución de Mayo” fue filmada en 1909, siendo estrenada el 22 de mayo (para otros, el 23) del mismo año, en el teatro Ateneo, que estaba situado en Av. Corrientes y Maipu, en la ciudad de Buenos Aires.
Es una producción del empresario vasco Julián De Ajuria, quien en la época del Centenario impulsara algunas de las primeras películas de ficción argentinas.
Dirigida por Mario Gallo, esta película fue realizada para conmemorar el primer centenario de la formación del primer gobierno patrio.
MARIO GALLO
Gallo introdujo actores, decorados y guiones en sus realizaciones, alejándose del documentalismo que predominaba en las producciones de la época.
Los primeros filmes producidos y dirigidos por Gallo fueron “El fusilamiento de Dorrego”, con prestigiosos comediantes como Salvador Rosich, Eliseo Gutiérrez y Roberto Casaux y “La Revolución de Mayo” con Eliseo Gutiérrez como Vicente López y Planes, ambos rodados en 1909, sin que haya evidencia cierta sobre el orden en que fueran realizados. La versión tradicional de Pablo C. Ducrós Hicken investigador e historiador especializado en cine, la primera fue “El fusilamiento de Dorrego” que se habría estrenado el 24 de mayo de 1908 (no se conservan copias). Según otros investigadores, su rodaje se fecha dos años después, lo que significaría que la primera película sería “La Revolución de Mayo” (en 1909), de la que se conserva una copia restaurada.
Para algunos, en la obra de Gallo está presente la influencia de la corriente del Film d'Árt, que en Francia intentara el primer encuadre del cine como arte, separándolo del simple espectáculo de feria; tuvo su primera expresión en “El asesinato del Duque de Guise” que, además, fue el primero que tuvo música original, compuesta expresamente tras la solicitud del director francés André Calmettes al entonces septuagenario músico Camille Saint-Saëns, siendo ejecutada en vivo durante la proyección, como era usual entonces.
“La Revolución de Mayo” se acerca al cine francés de su tiempo: la acción es predominantemente teatral, con decorados pintados en telones (llega a verse que el Cabildo se mueve al soplar el viento); la cámara toma las escenas desde el lugar del espectador y la narrativa se da mediante placas con leyendas, intercaladas con ls imagenes que aparecen como si fueran la ilustración de un texto.
Otros filmes de Gallo fueron “Camila O' Gorman” (1909), con Salvador Rosich y Blanca Podestá; “La beata” (1910); “La creación del Himno” (1910); “Güemes y sus gauchos” (1910); “Muerte civil” (1910), sobre el drama de la muerte civil de Paolo Giacometti; “La batalla de Maipú” (1912), filmada en los terrenos donde actualmente está el estadio de River Plate y en la cual los actores que interpretaban a San Martín y a O´Higgins se fueron al suelo cuando se deben dar el histórico abrazo ya que nunca antes habían subido a un caballo; “Tierra baja” (1912); “La batalla de San Lorenzo” (1912), “Juan Moreira” (1913), con el gran actor de teatro Pablo Podestá; “En un día de gloria” (1918), codirigida con Alberto Traversa) y “En buena ley” (1919, también codirigida con Traversa).
Fueron obras realizadas en la Argentina que fortalecía su estructura republicana y la nacionalidad, en el marco colectivo del sentimiento de Nación, identidad y destino nacional.
Las películas de la etapa 1909 a 1913, significaron para Gallo importantes pérdidas económicas. Tratando de superarlas posteriormente con estudios, laboratorio, despliegue publicitario y producciones más ambiciosas (“En un día de gloria” y “En buena ley”).
El músico y compositor Ángel Villoldo (Ángel Gregorio Villoldo Arroyo, 1861-1919, célebre autor de “El choclo”, en el período de la Guardia Vieja del tango) se inspiró en la figura de Gallo para componer su tango criollo, “Sacame una película, gordito”.
Gallo siguió ligado a actividades vinculadas al cine hasta que falleció, en la pobreza, el 8 de mayo de 1945 en Buenos Aires.
LA REVOLUCIÓN DE MAYO
“La Revolución de Mayo” es el primer film de ficción con actores profesionales (de teatro), entre ellos, el uruguayo Eliseo Gutiérrez (1885-1929) en el rol de Vicente López y Planes) y César Fiaschi (1891-1954).
La versión original se dividía en quince cuadros, cada uno de ellos precedido por un cartel de referencia; de ellos, se conservan sólo nueve. El argumento se centra en los sucesos que tuvieron lugar en Buenos Aires en la Semana de Mayo, entre el 22 y el 25 de mayo de 1810.
Como dijera en su vejez el cineasta Mario Gallo, el tema histórico fue su “manera de adherir a una nueva patria”.
En efecto, para los hijos de Europa, que venían a la Argentina a hacer la América, ésta fue una forma de integración nacional, una manera de identificarse con los valores propios de su patria de adopción.
Fue filmada en 35mm., sin sonido, en la versión original y pasada a 16 mm. en 1955, por José Vigévano, a solicitud del coleccionista Enrique Bouchard.
Guardada en la Cinemateca Argentina, en el año 2009 fue restaurada por Cinecolor Argentina, para su reestreno en el 65° Congreso de la Federación Internacional de Archivos de Films (FIAF), realizado en Buenos Aires.
Otra restauración fue la realizada por la empresa Gotika, por encargo del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales, en el año 2016; en el marco del Bicentenario de la Independencia.
Es no solo la primera película argumental argentina sino una de las pocas que se conservan del período del cine mudo nacional.
VIDEO: "La Revolución de Mayo" (1909):
Sobre el 'Cine Argentino, Base de datos y estrenos entre 1897 y 2014'.
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La ley nacional 12.299 de Fomento de la cinematografía, sancionada en 1947 facilitó el financiamiento con créditos baratos promovidos por el Banco Industrial a la industria nacional de cine.
Hacia 1950 se verificaron récords históricos de producción de cine argentino.
En 1955, ya en la etapa de la “Revolución Libertadora”, se cortaron los créditos y se deja caer el sistema de fomento a la industria, comenzando una nueva crisis para el cine nacional, forzado a suspender su producción, que se redujo considerablemente. Todos los institutos provinciales de cine fueron inicialmente intervenidos y posteriormente desmantelados.
Ya con la denominación INCAA (Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales), en el año 2015 llegó a programar cine argentino en 55 salas de todo el país, en las salas conocidas como Espacios INCAA, con más de 18.000 butacas, 90 festivales, concursos y cines móviles.
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