24 DE MAYO DE 1822: BATALLA DE PICHINCHA
RIOBAMBA
Desarrollando su estrategia de liberar a Quito el general venezolano don Antonio José Francisco de Sucre y Alcalá concentró sus fuerzas en Machala, al sur de Guayaquil al comenzar el año 1822. Desde allí avanzó hacia el noreste, llegando a Cuenca hacia el 21 de febrero, sin encontrar resistencia realista en ésta ciudad. Al frente de sus fuerzas siguió hacia el norte, alcanzando a las fuerzas realistas que comandaba el coronel Nicolás López el 21 de abril de 1822, en la llanura de Tapi, en las cercanías del centro de Riobamba, hacia el noroeste de la ciudad.
Fue un típico combate de caballería, a sable y lanza, sin uso de armas de fuego, sin un disparo de bala, en el que las fuerzas realistas fueron derrotadas por las independentistas patriotas de la Gran Colombia: guayaquileños, cuencanos, latacungueños, ambateños, quiteños, guarandeños, manabitas, venezolanos, colombianos, peruanos, altoperuanos, bolivianos, ingleses, irlandeses, escoceses, franceses, españoles, argentinos, paraguayos (como los capitanes Patricio Oviedo y Patricio Maciel), chilenos, italianos, franceses, alemanes (como Otto Philip Braun, nacido en Kassel), prusianos como Friedrich Rasch, u oriundos de Curazao como Jorge Alyas de Lyon.
La División Peruana estaba integrada por los batallones Piura y Trujillo; un escuadrón argentino del Regimiento de Granaderos a Caballo, integrado con 96 hombres al mando del TCnel Juan Galo Lavalle; dos escuadrones peruanos de Cazadores Montados y una batería de artillería. Fuerzas comandadas por el coronel altoperuano Andrés Santa Cruz, futuro mariscal del Perú y Presidente de la Confederación Peruano-Boliviana.
En Riobamba, Lavalle destacó por su audaz iniciativa lanzar una primera carga con sus 96 hombres contra unos 400 montados de la caballería española. Viendo su heroicidad y emulándolo, intervinieron en la segunda y definitiva carga de caballería los Dragones y Cazadores montados. El hecho fue decisivo para el triunfo, ganando Lavalle la admiración de Sucre, quien lo elogió en su informe al Protector del Perú, general José de San Martín, en los siguientes términos:“Lo mandé (a Lavalle) a un reconocimiento a poca distancia del valle y el escuadrón se halló frente a toda la caballería enemiga y su jefe tuvo la elegante osadía de cargarlos y dispersarlos con una intrepidez de la que habrá raros ejemplos. Su comandante ha conducido su cuerpo al combate con una moral heroica y con una serenidad admirable”.
Simón Bolívar distinguió a Lavalle y sus hombres con el título de "Granaderos de Riobamba". A raíz del hecho de armas, Lavalle sería conocido como el "León de Riobamba" que, para algunos historiadores es el más brillante combate de caballería en las Guerra de Independencia Hispanoamericana.
La ciudad de Riobamba, cabecera del cantón de su nombre y capital de la provincia de Chimborazo (Ecuador), recuerda a Juan Lavalle en una de las calles que corre a lo largo de unos 2 kms. desde la Avda. Héroes de Tapí (Ruta 490), pasando por la estación ferroviaria, llegando a la avenida 9 de Octubre. Aproximadamente a medio camino, a la altura del Parque 21 de Abril, la atraviesa la calle Argentinos.
BATALLA DE PICHINCHA
La batalla de Pichincha tuvo lugar en
el marco de las guerras de la Independencia Hispanoamericana, el 24 de mayo de
1822 en la ladera suroccidental del volcán de ese nombre, cerca y hacia el
oeste de la ciudad ecuatoriana de Quito, a más de 3000 metros sobre el nivel
del mar; en las inmediaciones de la ahora denominada Cima de la Libertad, donde
está emplazado el Templo de la Patria, situado en la quiteña Avda. de los
Libertadores. Se luchó en el área de Chaquimallana (actual Cima de la
Libertad), campo inclinado que desciende desde alto Chilibulo (estribación del
volcán Pichincha) en el suroeste enmarcado
por farallones de la Cantera, la quebrada en Santa Lucía y las laderas de
cerros más altos.
En el combate se enfrentaron las fuerzas criollas independentistas y las realistas hispanas.
Las primeras, al mando del mariscal venezolano Antonio José de Sucre, con el teniente coronel Daniel Florencio O'Leary como edecán de Estado Mayor; el general José Mieres, comandante de la División de Colombia y el coronel Andrés de Santa Cruz, comandante en Jefe de la División del Perú, quien por su actuación en éste batalla fuera ascendido a general de brigada, otorgándole el Congreso peruano la medalla al mérito, el 22 de octubre de 1822.
Comandaba las fuerzas españolas el mariscal ceutí Melchor de Aymerich y Villajuana.
Si bien los Granaderos argentinos al mando de Juan Galo Lavalle no tuvieron una participación directa en las breñas del Pichincha, por las dificultades del terreno para la caballería (siendo prácticamente una batalla librada entre fuerzas de infantería), lo hicieron en las acciones de persecución y dispersión de la caballería española que se había mantenido en Quito y posteriormente intentara fugar hacia Pasto.
Por su parte, otro militar argentino, el coronel Félix de Olazábal, tuvo directa y destacada actuación en Pichincha como jefe de fuerzas de infantería, al mando de los 573 hombres del Batallón n° 2 Trujillo.
Olazábal había integrado el Ejército de los Andes luchando, como capitán de infantería, en la batalla de Chacabuco, donde sufriera heridas de importancia. También tuvo activa participación en acciones de combate en Cancha Rayada y Maipú. Posteriormente, a órdenes directas del general José de San Martín, hizo la campaña del Perú.
Formó el Batallón n° 2 del Perú en Trujillo, asumiendo su jefatura al ser ascendido el 6 de julio de 1821 a sargento mayor efectivo con el grado de teniente coronel.
Relevado por razones de salud por el marqués de Torre Tagle, participó posteriormente con las fuerzas peruanas en la campaña de Quito, destacando en la Batalla de Pichincha. El 23 de junio de ese año recibió una condecoración con el lema: “Libertador de Quito – Año 1822”; recibiendo también otra, de oro, del gobierno de Colombia y el título de “Benemérito de la Patria en grado heroico”. El general San Martín le otorgó la condecoración del “Sol del Perú”.
ABDÓN CALDERÓN GARAYCOA
La Batalla de Pichincha fue el marco de sacrificio por la Patria de un destacado héroe ecuatoriano, Abdón Calderón, nativo de Cuenca, de 18 años, hijo del coronel cubano Francisco Calderón, defensor del Estado de Quito de 1812.
Había cumplido los 16 años cuando estalló en Guayaquil la Revolución del 9 de Octubre de 1820. Vivía en Guayaquil, ya huérfano, porque su padre había sido fusilado en diciembre de 1812 por orden del realista Melchor de Aymerich y se enroló en el batallón ecuatoriano Voluntarios de la Patria.
Recibió cuatro heridas de bala en el combate, pero prefirió permanecer inamovible en la línea de fuego, alentando a su batallón, sin dejar de levantar su bandera, la celeste y blanco estrellada de la ciudad de Guayaquil. Tras el combate, fue trasladado a Quito, donde falleció tras catorce días, el 7 de junio de 1822.
Al llegar a Quito Simón Bolívar, siendo informado de los hechos, ascendió póstumamente a Calderón al grado de capitán, decretando que su sueldo fuera entregado a su madre. Dispuso que la compañía del Batallón Yaguachi a la que perteneciera Calderón no tendría capitán y en las revistas, al mencionarse su nombre, la tropa habría de contestar: "Murió gloriosamente en Pichincha, pero vive en nuestros corazones"; tradición que hasta ahora mantiene el Ejército ecuatoriano respondiendo en esa forma al pasar lista a los batallones de caballería y ser nombrado, tal como dispusiera Bolívar.
VICTORIA DE LA PATRIA
Tras la victoria de las fuerzas patriotas, parte de sus efectivos bajaron a Quito el mismo día 24 e izaron la bandera tricolor en la torre de la Iglesia de la Recoleta de El Tejar.
La victoria en combate de Sucre, se completó con la capitulación del mariscal Aymerich, que rindió su espada en El Panecillo el día siguiente, 25 de mayo de 1822, como surge del acta pertinente de la que resulta que los españoles arriaron la bandera en el fortín de El Panecillo (donde estaba constituido el comando) a las 14 horas y entregaron sus armas al Ejército de la Gran Colombia, en una ceremonia especial que tuvo lugar en un puente del fortín colonial.
Así, en El Panecillo, una elevación de 3.000 metros que ahora está dentro de los límites de la ciudad de Quito, destacando en la cima el gran monumento de La Virgen de El Panecillo, tuvo su fin en Ecuador el Imperio español.
El triunfo de Pichincha no solo liberó esta ciudad, sino que aseguró la independencia de las provincias que pertenecían a la Real Audiencia de Quito, también conocida como la Presidencia de Quito, jurisdicción administrativa colonial española integrada posteriormente a la Gran Colombia, de la que surgiera la actual República del Ecuador.
SIETE LUGARES EMBLEMÁTICOS EN LA BATALLA DE PICHINCHA
(VIDEO: La Chulla Historia / Quito-Ecuador)
BICENTENARIO DE LA BATALLA DE PICHINCHA
PARQUE RIVADAVIA, BUENOS AIRES
El 24 de mayo de 2022 se conmemoró en la capital argentina el Bicentenario de la Batalla de Pichincha. La ceremonia se llevó a cabo en horas de la mañana en el Parque Rivadavia (Avda. Rivadavia al 4800), ante el monumento al Libertador Simón Bolívar.
(VIDEO: Regimiento de Granaderos a Caballo ‘General San Martín’-E.A.)
Enrique F. Widmann-Miguel / IberInfo-Buenos Aires
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