NUESTRA SEÑORA DE LA MERCED
Hace ocho siglos, los mahometanos habían conquistado más de la mitad de España. También en esta época, el mar Mediterráneo estaba infestado de corsarios que tan pronto abordaban los barcos como desembarcaban en las costas, incendiando campos y caseríos y aprisionando a los habitantes. Los hijos del Islam encarcelaban a miles y miles de cristianos. A muchos los vendían como esclavos, otros morían. El pueblo invocó fervorosamente la ayuda de la Madre de Dios, y en la noche del 1º de agosto de 1218 ella se presentó a San Pedro Nolasco dándole la misión de fundar una nueva orden para el rescate de los cautivos cristianos, y así fueron muchísimos los prisioneros que alcanzaron la libertad: se calcula que alrededor de trescientos mil. Unos tres mil religiosos murieron mártires en el cumplimiento de su misión. Oficialmente, la Orden se creó el 10 de agosto de 1218 en la catedral de Barcelona, ante el altar de Santa Eulalia y en honor de nuestra Señora la llamaron Santa María de las Merc