“…sin Patria no hay patriotas, ni hay Pueblo
sin tradición”
“Quien no recuerda los hechos de la
historia de su tierra, no destaca lo trascendente de su país, no honra a la
Patria ni venera a los patriotas”
Aún hay sectores “oficiales” y
“prensa independiente” (aunque no mucho) que pretenden olvidarlo y optan por
pasarlo por alto, junto con los conceptos de Patria y Soberanía, que parecen en
desuso en su lenguaje. Pero así como el aniversario del combate de Vuelta de
Obligado, sigue siendo el Día de la Soberanía, la Patria, la Nación, sus hechos
históricos y sus héroes seguirán teniendo vigencia para los argentinos.
LA
VUELTA DE OBLIGADO
Fue en la Vuelta de Obligado donde
el general Lucio Mansilla, comandante de las tropas criollas, cumpliendo
órdenes de presidente de la Confederación Argentina, don Juan Manuel de Rosas,
enfrentó a una flota naval anglo-francesa que fuera desplazada al territorio
nacional para dar soporte a la pretensión extranjera de consolidar el dominio
comercial de sus empresas de “negocios”, vendiendo libremente sus productos en
los puertos fluviales, reclamando para ello la libre navegación por los ríos
Paraná y Uruguay.
La posición nacional sostenía que
los ríos de la Plata y Uruguay debían ser considerados interiores, aunque
compartidos entre la Argentina y el Uruguay y el río Paraná se consideraba,
indudablemente, un río interior de la Confederación Argentina. Acorde con las posiciones europeas de la época, el
gobierno de Rosas sostenía que la navegación de los ríos interiores de la
Confederación Argentina era privativa de los buques nacionales y toda excepción
a esta regla debería ser especialmente autorizada por la autoridad nacional;
controlándose el comercio exterior a través de la Aduana establecida en el
puerto de Buenos Aires, único punto de control efectivo habilitado para esas
operaciones, a través del cual legítimamente se comerciaba con el exterior.
La pretensión extranjera era
contraria a la prohibición de navegar por los ríos interiores, sin control
nacional.
Allí, en las costas y aguas del Río
Paraná, en el actual partido bonaerense de San Pedro, el 20 de noviembre de
1845, se batieron con alma y vida las tropas argentinas hasta quedar sin
munición, vencidos por la superioridad de las fuerzas invasoras, con maquinaria
y armas de la última tecnología naval y militar de la época, como los entonces
novedosos barcos de guerra a vapor, con cañones estriados de carga posterior en
la flota anglo-francesa integrada con 22 barcos de guerra y 92 buques
mercantes; artillados con 418 cañones; con un cuerpo de 800 tripulantes y
combatientes.
Fue una batalla perdida con honor de
las Fuerzas de la Confederación Argentina; pero no fue el fin de la Guerra.
Por éstos hechos, cada 20 de
noviembre los argentinos recordamos en nuestra Patria, el Día de la Soberanía
Nacional, en el aniversario del combate de la Vuelta de Obligado.
AVANCE
DE LA FLOTA ANGLO-FRANCESA EN AGUAS ARGENTINAS
Tras esa victoria, las fuerzas
navales anglo-francesas forzaron el paso
del río Paraná y comenzaron a dominar todo el río, para proteger sus buques
mercantes. Pero no podían avanzar tierra adentro. Estratégicamente, sin apoyo
naval, no podían avanzar tierra adentro, para salir de las costas y comerciar la carga
de su centenar de buques repletos de mercaderías en los principales puertos de
la Mesopotamia, el Paraguay y el Uruguay. El sentimiento de toda la Nación
Argentina se oponía a ello, siendo poco y nada lo que compraban los pobladores
de las zonas próximas a los puertos.
El anciano General San Martín, desde
Francia, envió una carta a Rosas el 11 de enero de 1846, donde le escribía
sobre: "...la injustísima agresión y abuso de la fuerza de la Inglaterra y
de la Francia contra nuestro país...". Tal fue su sentimiento que en carta
anterior a la contienda, ofreció su espada expresando que se subordinaba a
Rosas para combatir al enemigo que acechaba y atacaba a nuestra Patria.
Dijo el historiador canadiense Henry
‘Harry’ Stanley Ferns (1913-1922) en “Gran
Bretaña y Argentina en el siglo XIX” (Buenos Aires, Ediciones Solar, 1984):
“Los
resultados políticos y económicos de esa acción fueron, por desgracia,
insignificantes. Desde el punto de vista comercial la aventura fue un fiasco.
Las ventas fueron pobres y algunos barcos volvieron a sus puntos de partida tan
cargado como habían salido, pues los sobrecargos no pudieron colocar nada”.
Ocho meses después de haber forzado
el paso hacia el norte en la Vuelta de Obligado, la campaña anglo-francesa se
transformó en un total fracaso económico y militar.
LA
ANGOSTURA DEL QUEBRACHO Y EL FIN DE LA GUERRA DEL PARANÁ
El fin de la Guerra del Paraná se
logró luego de la derrota de los invasores el 4 de junio de 1846 en el combate
de la Angostura del Quebracho, próxima a la localidad actual de Puerto General
San Martín, a 35 kilómetros al norte de Rosario de Santa Fe, llevando al cese
de las hostilidades por parte de Gran Bretaña y luego Francia.
Allí esperó Mansilla a la flota
invasora. Contaba con escasos 17 cañones, 600 infantes, 150 carabineros y
algunos hombres de Patricios. Se instalaron dos baterías y algunas fuerzas de
infantería, al mando de Juan Bautista Thorne. Al otro lado del río, en suelo
entrerriano, tomó posición el batallón Santa Coloma, con él mismo Mansilla como
jefe.
Cuando los buques estuvieron a tiro,
Mansilla dio la orden de fuego, al grito de:
“¡Viva
la soberana independencia argentina!”.
Los cañones patrios, emplazados en
altura, resultaron inaccesibles para la artillería enemiga. La situación se
tornó caótica para la flota. Intentando huir, algunas naves vararon quedando
expuestas al fuego criollo.
El capitán inglés Hotham tuvo que
informar sobre las considerables bajas de la Angostura del Quebracho,
sintetizando: “Los buques han sufrido
mucho. Escapar con la mayor velocidad posible fue el único objetivo”.
Así fue: escapar con la mayor
velocidad posible se convirtió en el único objetivo de las escuadras combinadas
de las dos mayores potencias de la época.
Francisco Hipólito Uzal dijo: “El encuentro del Quebracho, aparte de su
enorme importancia militar y política, fue el sello definitivo del desastre
económico-comercial de una empresa de injusta prepotencia, llevada a cabo por
quienes, seguros de su enorme superioridad material y atropellando sin
consideraciones humanas ni jurídicas todos los derechos de la Confederación
Argentina, se proponían un cuantioso dividendo”.
Poco después, el 13 de julio de
1846, Sir Samuel Tomás Hood, con plenos poderes de los gobiernos de Inglaterra
y Francia, presentaba humildemente ante Rosas "el más honorable retiro posible de la intervención naval
conjunta". Rosas impuso las condiciones:
- El fin del Bloqueo Naval de
Francia e Inglaterra a los puertos argentinos.
- Devolver la Flota Argentina
capturada.
- Devolver la Isla Martín García.
- Saludar la Bandera Argentina con
21 cañonazos, por parte de cada una de las Flotas intervinientes.
- Reconocer la Soberanía Argentina y
la NO navegación de los ríos interiores.
La Soberanía Nacional volvía a ser
sostenida y defendida por el Brigadier Juan Manuel de Rosas, frente a la
ambición desmedida de los gobiernos de Gran Bretaña, de Francia y del Imperio
de Brasil.
Francia había iniciado
unilateralmente en marzo de 1838 el bloqueo al Río de la Plata, manteniéndolo
hasta octubre de 1840 (en total, 949 días, más de dos años y medio); acordando
luego con Inglaterra la continuación en forma conjunta del bloqueo que fue
finalmente levantado por Gran Bretaña en 1847 y por Francia en junio de 1848.
El Lugar
Histórico Nacional de la Batalla de la Punta Quebracho se encuentra situado al
norte de Puerto San Martín y al sur de la Terminal de Fertilizantes de Cargil,
a unos 35 kms. al norte de la ciudad de Rosario de Santa Fe.
Coordenadas:
GMS: 32°40'37.8"S
60°43'46.2"W
GD: -32.677167, -60.729500
ENGLISH BRIEF: JUNE 4, 1846-ANGOSTURA DEL QUEBRACHO
BATTLE
At La Vuelta de Obligado battle
(November 20, 1845), General Lucio Mansilla, commander of the Argentine's
creole troops, on the orders of Don Juan Manuel de Rosas, Argentine's
Confederation president, faced an Anglo-French naval fleet that It was
displaced to the national territory to support the foreign claim to consolidate
the commercial domain of its "business companies”, freely selling their
products at river ports, demanding free navigation on the Paraná and Uruguay
rivers.
This action of war that meant the
defeat and withdrawal of the invading Anglo-French task force, occurred within
the framework of Paraná War, in which the battle of Vuelta de Obligado
(November 20, 1845) was the initial action; and took place after the fighting
of Paso del Tonelero (January 9, 1846) and the second battle of San Lorenzo
(January 16, 1846).
LA ANGOSTURA DEL QUEBRACHO
The end of Paraná War was achieved
after the invaders defeat on June 4, 1846 at Angostura del Quebracho combat,
near the current town of Puerto General San Martín, 35 kilometers north of
Rosario de Santa Fe, leading to hostilities cessation by Britain and then
France.
Shortly thereafter, on July 13,
1846, Sir Samuel Thomas Hood, with full powers from the governments of England
and France, humbly presented to Rosas "...the most honorable possible retreat
from joint naval intervention." Rosas imposed the conditions:
- End of Naval blockade from France
and England to the Argentine ports.
- Return the captured Argentine’s
ships.
- Return Martín García Island.
- Salute the Argentine Flag with 21
cannon shots, by each of the foreign intervening fleets.
- Recognize Argentine Sovereignty
and NOT navigation by inland rivers.
The National Sovereignty was once
again upheld and defended by Brigadier Juan Manuel de Rosas, against the
excessive ambition of Great Britain, France and the Empire of Brazil
governments.
France had unilaterally initiated
the Río de la Plata blockade at March 1838, maintaining it until October 1840
(totalizing 949 days, more than two and a half years). Then agreeing with
England on the joint continuation of the blockade that was finally lifted by
Great Britain in 1847 and by France in June 1848.
BREF FRANÇAIS: 4 JUIN 1846-LA BATAILLE DE
L'ANGOSTURA DEL QUEBRACHO
Lors de la bataille de La Vuelta de Obligado (20 novembre
1845) le général Lucio Mansilla, commandant des troupes créoles, exécutant les
ordres du président de la Confédération argentine, Juan Manuel de Rosas, fait
face à une flotte navale anglo-française déplacée au territoire national pour
soutenir la revendication étrangère de consolider la domination commerciale de
ses “entreprises comerciales”, vendant librement ses produits dans les ports
fluviaux, revendiquant pour cela la libre navigation des fleuves Paraná et
Uruguay.
Cette action de guerre qui a abouti à la défaite et au
retrait de la force opérationnelle anglo-française d'invasion, a eu lieu dans
le cadre de la guerre du Paraná, dont la bataille de la Vuelta de Obligado (20
novembre 1845) était l'action initiale; puis a suivi les combats du Paso del
Tonelero (9 janvier 1846) et la deuxième bataille de San Lorenzo (16 janvier
1846).
L'ANGOSTURA DU
QUÉBRACHO
La fin de la guerre du Paraná a été obtenue après la
défaite des envahisseurs le 4 juin 1846 dans la bataille de l'Angostura del
Quebracho, près de la ville actuelle de Puerto General San Martín, à 35
kilomètres au nord de Rosario de Santa Fe, menant à la cessation des hostilités
par la Grande-Bretagne puis la France.
Peu de temps après, le 13 juillet 1846, Sir Samuel Thomas
Hood, avec les pleins pouvoirs des gouvernements anglais et français, présenta
respectueusement à Rosas «...le retrait le plus honorable possible d'une
intervention navale conjointe».
Rosas a imposé les conditions:
- La fin du blocus naval de la France et de l'Angleterre
aux ports argentins.
- Restituer les navires argentins capturés.
- Revenir l'île Martín García.
- Saluez le drapeau argentin avec 21 coups de canon, par
chacune des flottes étrangères.
- Reconnaître la souveraineté argentine et la
non-navigation des fleuves intérieurs.
La souveraineté nationale fut à nouveau soutenue et
défendue par le brigadier générale Juan Manuel de Rosas, contre l'ambition
démesurée des gouvernements de Grande-Bretagne, de France et de l'Empire du
Brésil.
La France avait initié unilatéralement le blocus du Río de
la Plata en mars 1838, le maintenant jusqu'en octobre 1840 (au total, 949
jours, plus de deux ans et demi); puis convenant avec l'Angleterre de la
poursuite conjointe du blocus finalement levé par la Grande-Bretagne en 1847 et
par la France en juin 1848.
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02-Chacarera del
Clavel (La vuelta de Obligado)-Los Baqueanos
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04-Revuelo de
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© Enrique F. Widmann-Miguel / IberInfo-Buenos Aires
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