4 DE JUNIO DE 1846-LA BATALLA DE LA ANGOSTURA DEL QUEBRACHO

 …sin Patria no hay patriotas, ni hay Pueblo sin tradición
Quien no recuerda los hechos de la historia de su tierra, no destaca lo trascendente de su país, no honra a la Patria ni venera a los patriotas
Aún hay sectores “oficiales” y “prensa independiente” (aunque no mucho) que pretenden olvidarlo y optan por pasarlo por alto, junto con los conceptos de Patria y Soberanía, que parecen en desuso en su lenguaje. Pero así como el aniversario del combate de Vuelta de Obligado, sigue siendo el Día de la Soberanía, la Patria, la Nación, sus hechos históricos y sus héroes seguirán teniendo vigencia para los argentinos.

 

 

LA VUELTA DE OBLIGADO

Fue en la Vuelta de Obligado donde el general Lucio Mansilla, comandante de las tropas criollas, cumpliendo órdenes de presidente de la Confederación Argentina, don Juan Manuel de Rosas, enfrentó a una flota naval anglo-francesa que fuera desplazada al territorio nacional para dar soporte a la pretensión extranjera de consolidar el dominio comercial de sus empresas de “negocios”, vendiendo libremente sus productos en los puertos fluviales, reclamando para ello la libre navegación por los ríos Paraná y Uruguay. 
 

La posición nacional sostenía que los ríos de la Plata y Uruguay debían ser considerados interiores, aunque compartidos entre la Argentina y el Uruguay y el río Paraná se consideraba, indudablemente, un río interior de la Confederación Argentina. Acorde con  las posiciones europeas de la época, el gobierno de Rosas sostenía que la navegación de los ríos interiores de la Confederación Argentina era privativa de los buques nacionales y toda excepción a esta regla debería ser especialmente autorizada por la autoridad nacional; controlándose el comercio exterior a través de la Aduana establecida en el puerto de Buenos Aires, único punto de control efectivo habilitado para esas operaciones, a través del cual legítimamente se comerciaba con el exterior. 
 

La pretensión extranjera era contraria a la prohibición de navegar por los ríos interiores, sin control nacional.
Allí, en las costas y aguas del Río Paraná, en el actual partido bonaerense de San Pedro, el 20 de noviembre de 1845, se batieron con alma y vida las tropas argentinas hasta quedar sin munición, vencidos por la superioridad de las fuerzas invasoras, con maquinaria y armas de la última tecnología naval y militar de la época, como los entonces novedosos barcos de guerra a vapor, con cañones estriados de carga posterior en la flota anglo-francesa integrada con 22 barcos de guerra y 92 buques mercantes; artillados con 418 cañones; con un cuerpo de 800 tripulantes y combatientes.
Fue una batalla perdida con honor de las Fuerzas de la Confederación Argentina; pero no fue el fin de la Guerra.
Por éstos hechos, cada 20 de noviembre los argentinos recordamos en nuestra Patria, el Día de la Soberanía Nacional, en el aniversario del combate de la Vuelta de Obligado.

 

 

AVANCE DE LA FLOTA ANGLO-FRANCESA EN AGUAS ARGENTINAS

Tras esa victoria, las fuerzas navales anglo-francesas  forzaron el paso del río Paraná y comenzaron a dominar todo el río, para proteger sus buques mercantes. Pero no podían avanzar tierra adentro. Estratégicamente, sin apoyo naval, no podían avanzar tierra adentro,  para salir de las costas y comerciar la carga de su centenar de buques repletos de mercaderías en los principales puertos de la Mesopotamia, el Paraguay y el Uruguay. El sentimiento de toda la Nación Argentina se oponía a ello, siendo poco y nada lo que compraban los pobladores de las zonas próximas a los puertos.

El anciano General San Martín, desde Francia, envió una carta a Rosas el 11 de enero de 1846, donde le escribía sobre: "...la injustísima agresión y abuso de la fuerza de la Inglaterra y de la Francia contra nuestro país...". Tal fue su sentimiento que en carta anterior a la contienda, ofreció su espada expresando que se subordinaba a Rosas para combatir al enemigo que acechaba y atacaba a nuestra Patria.
 
Dijo el historiador canadiense Henry ‘Harry’ Stanley Ferns (1913-1922) en “Gran Bretaña y Argentina en el siglo XIX” (Buenos Aires, Ediciones Solar, 1984):
“Los resultados políticos y económicos de esa acción fueron, por desgracia, insignificantes. Desde el punto de vista comercial la aventura fue un fiasco. Las ventas fueron pobres y algunos barcos volvieron a sus puntos de partida tan cargado como habían salido, pues los sobrecargos no pudieron colocar nada”.

Ocho meses después de haber forzado el paso hacia el norte en la Vuelta de Obligado, la campaña anglo-francesa se transformó en un total fracaso económico y militar.

 

 

LA ANGOSTURA DEL QUEBRACHO Y EL FIN DE LA GUERRA DEL PARANÁ

El fin de la Guerra del Paraná se logró luego de la derrota de los invasores el 4 de junio de 1846 en el combate de la Angostura del Quebracho, próxima a la localidad actual de Puerto General San Martín, a 35 kilómetros al norte de Rosario de Santa Fe, llevando al cese de las hostilidades por parte de Gran Bretaña y luego Francia.
Allí esperó Mansilla a la flota invasora. Contaba con escasos 17 cañones, 600 infantes, 150 carabineros y algunos hombres de Patricios. Se instalaron dos baterías y algunas fuerzas de infantería, al mando de Juan Bautista Thorne. Al otro lado del río, en suelo entrerriano, tomó posición el batallón Santa Coloma, con él mismo Mansilla como jefe.
Cuando los buques estuvieron a tiro, Mansilla dio la orden de fuego, al grito de:

“¡Viva la soberana independencia argentina!”

Los cañones patrios, emplazados en altura, resultaron inaccesibles para la artillería enemiga. La situación se tornó caótica para la flota. Intentando huir, algunas naves vararon quedando expuestas al fuego criollo.
El capitán inglés Hotham tuvo que informar sobre las considerables bajas de la Angostura del Quebracho, sintetizando: “Los buques han sufrido mucho. Escapar con la mayor velocidad posible fue el único objetivo”.
Así fue: escapar con la mayor velocidad posible se convirtió en el único objetivo de las escuadras combinadas de las dos mayores potencias de la época. 
 
Francisco Hipólito Uzal dijo: “El encuentro del Quebracho, aparte de su enorme importancia militar y política, fue el sello definitivo del desastre económico-comercial de una empresa de injusta prepotencia, llevada a cabo por quienes, seguros de su enorme superioridad material y atropellando sin consideraciones humanas ni jurídicas todos los derechos de la Confederación Argentina, se proponían un cuantioso dividendo”.
Poco después, el 13 de julio de 1846, Sir Samuel Tomás Hood, con plenos poderes de los gobiernos de Inglaterra y Francia, presentaba humildemente ante Rosas "el más honorable retiro posible de la intervención naval conjunta". Rosas impuso las condiciones:
- El fin del Bloqueo Naval de Francia e Inglaterra a los puertos argentinos.
- Devolver la Flota Argentina capturada.
- Devolver la Isla Martín García.
- Saludar la Bandera Argentina con 21 cañonazos, por parte de cada una de las Flotas intervinientes.
- Reconocer la Soberanía Argentina y la NO navegación de los ríos interiores.
 
La Soberanía Nacional volvía a ser sostenida y defendida por el Brigadier Juan Manuel de Rosas, frente a la ambición desmedida de los gobiernos de Gran Bretaña, de Francia y del Imperio de Brasil.
Francia había iniciado unilateralmente en marzo de 1838 el bloqueo al Río de la Plata, manteniéndolo hasta octubre de 1840 (en total, 949 días, más de dos años y medio); acordando luego con Inglaterra la continuación en forma conjunta del bloqueo que fue finalmente levantado por Gran Bretaña en 1847 y por Francia en junio de 1848.
 
El Lugar Histórico Nacional de la Batalla de la Punta Quebracho se encuentra situado al norte de Puerto San Martín y al sur de la Terminal de Fertilizantes de Cargil, a unos 35 kms. al norte de la ciudad de Rosario de Santa Fe.
 
Coordenadas:
GMS: 32°40'37.8"S 60°43'46.2"W
GD: -32.677167, -60.729500

 

 

ENGLISH BRIEF: JUNE 4, 1846-ANGOSTURA DEL QUEBRACHO BATTLE

At La Vuelta de Obligado battle (November 20, 1845), General Lucio Mansilla, commander of the Argentine's creole troops, on the orders of Don Juan Manuel de Rosas, Argentine's Confederation president, faced an Anglo-French naval fleet that It was displaced to the national territory to support the foreign claim to consolidate the commercial domain of its "business companies”, freely selling their products at river ports, demanding free navigation on the Paraná and Uruguay rivers.
This action of war that meant the defeat and withdrawal of the invading Anglo-French task force, occurred within the framework of Paraná War, in which the battle of Vuelta de Obligado (November 20, 1845) was the initial action; and took place after the fighting of Paso del Tonelero (January 9, 1846) and the second battle of San Lorenzo (January 16, 1846).

 

LA ANGOSTURA DEL QUEBRACHO

The end of Paraná War was achieved after the invaders defeat on June 4, 1846 at Angostura del Quebracho combat, near the current town of Puerto General San Martín, 35 kilometers north of Rosario de Santa Fe, leading to hostilities cessation by Britain and then France.
Shortly thereafter, on July 13, 1846, Sir Samuel Thomas Hood, with full powers from the governments of England and France, humbly presented to Rosas "...the most honorable possible retreat from joint naval intervention." Rosas imposed the conditions:
 
- End of Naval blockade from France and England to the Argentine ports.
- Return the captured Argentine’s ships.
- Return Martín García Island.
- Salute the Argentine Flag with 21 cannon shots, by each of the foreign intervening fleets.
- Recognize Argentine Sovereignty and NOT navigation by inland rivers.
The National Sovereignty was once again upheld and defended by Brigadier Juan Manuel de Rosas, against the excessive ambition of Great Britain, France and the Empire of Brazil governments.
France had unilaterally initiated the Río de la Plata blockade at March 1838, maintaining it until October 1840 (totalizing 949 days, more than two and a half years). Then agreeing with England on the joint continuation of the blockade that was finally lifted by Great Britain in 1847 and by France in June 1848.

 

BREF FRANÇAIS: 4 JUIN 1846-LA BATAILLE DE L'ANGOSTURA DEL QUEBRACHO

Lors de la bataille de La Vuelta de Obligado (20 novembre 1845) le général Lucio Mansilla, commandant des troupes créoles, exécutant les ordres du président de la Confédération argentine, Juan Manuel de Rosas, fait face à une flotte navale anglo-française déplacée au territoire national pour soutenir la revendication étrangère de consolider la domination commerciale de ses “entreprises comerciales”, vendant librement ses produits dans les ports fluviaux, revendiquant pour cela la libre navigation des fleuves Paraná et Uruguay.
 Cette action de guerre qui a abouti à la défaite et au retrait de la force opérationnelle anglo-française d'invasion, a eu lieu dans le cadre de la guerre du Paraná, dont la bataille de la Vuelta de Obligado (20 novembre 1845) était l'action initiale; puis a suivi les combats du Paso del Tonelero (9 janvier 1846) et la deuxième bataille de San Lorenzo (16 janvier 1846).

 

L'ANGOSTURA DU QUÉBRACHO

La fin de la guerre du Paraná a été obtenue après la défaite des envahisseurs le 4 juin 1846 dans la bataille de l'Angostura del Quebracho, près de la ville actuelle de Puerto General San Martín, à 35 kilomètres au nord de Rosario de Santa Fe, menant à la cessation des hostilités par la Grande-Bretagne puis la France.
Peu de temps après, le 13 juillet 1846, Sir Samuel Thomas Hood, avec les pleins pouvoirs des gouvernements anglais et français, présenta respectueusement à Rosas «...le retrait le plus honorable possible d'une intervention navale conjointe».
Rosas a imposé les conditions:
 
- La fin du blocus naval de la France et de l'Angleterre aux ports argentins.
- Restituer les navires argentins capturés.
- Revenir l'île Martín García.
- Saluez le drapeau argentin avec 21 coups de canon, par chacune des flottes étrangères.
- Reconnaître la souveraineté argentine et la non-navigation des fleuves intérieurs.
 
La souveraineté nationale fut à nouveau soutenue et défendue par le brigadier générale Juan Manuel de Rosas, contre l'ambition démesurée des gouvernements de Grande-Bretagne, de France et de l'Empire du Brésil.
La France avait initié unilatéralement le blocus du Río de la Plata en mars 1838, le maintenant jusqu'en octobre 1840 (au total, 949 jours, plus de deux ans et demi); puis convenant avec l'Angleterre de la poursuite conjointe du blocus finalement levé par la Grande-Bretagne en 1847 et par la France en juin 1848.

 

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01-La vuelta de Obligado-Alberto Merlo

 

02-Chacarera del Clavel (La vuelta de Obligado)-Los Baqueanos

 

03-Fue en la Vuelta de Obligado-José Curbelo y Roberto Airala

 

04-Revuelo de ponchos rojos (Roberto Rimoldi Fraga-Raúl Trullenque)-Roberto Rimoldi Fraga

 

05-Gato Federal-Tabaré Etcheverry.Recita Alberto Candeau

 

06-Chacarera de Obligado-Las Voces de San Francisco Solano

 

07-A don Juan Manuel (de Rosas)-Jorge Cafrune

 

 © Enrique F. Widmann-Miguel / IberInfo-Buenos Aires

 

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