CINE ARGENTINO: ESTUDIOS LUMITON (MUNRO)
Fueron Enrique Telémaco Susini, Miguel Mujica, César José Guerrico y Luis Romero Carranza quienes el 27 de agosto de 1920, con la transmisión en vivo desde el Teatro Coliseo de la ópera Parsifal de Richard Wagner, ponían en el aire la primera emisora del país, para un público conformado entonces por apenas unos cincuenta radioaficionados.
Si bien en 1920 el invento de Guglielmo Marconi era ya en Estados Unidos y en Europa una herramienta usual de la radiotelefonía como medio de comunicación interpersonal con fines privados o bélicos, le cabe a la Argentina el rol de pionera en la radiodifusión, al convertirla en un medio de comunicación masiva.
NACE LUMITON
Una década más tarde, constituidos en sociedad, con un capital inicial de $ 300.000.-, aquellos cuatro precursores y el ingeniero Raúl Orzábal Quintana, incorporado a la empresa, adquirieron en los EE.UU., en 1931, un equipo de filmación, que incluía una cámara Bell & Howell y seis reflectores.
También se sumaron al proyecto John Alton (Johann Jacob Altmann, director de fotografía de origen húngaro), quien viniera expresamente desde Europa; otro húngaro, Laszlo Kisha, experto en montaje; el técnico argentino Juan Carlos Lemos y, como colaborador, Francisco Mugica, entonces estudiante de Medicina y luego brillante director de las películas de Lumiton.
Alberto Zeller, alemán originario de la región de Algovia (Allgäu), en el sur de Suabia, suroeste de Baviera y sureste de Baden-Wurtemberg, zona lindera con Austria, adquirió en el año 1919 una fracción de 6,7 has. sobre la avenida del Tejar. Allí comenzó a desarrollar una quinta, a la que diera el nombre de “La Algovia”, en recuerdo de su tierra de origen. El chalet de dos plantas, en estilo colonial, proyectado y construido por el ingeniero y arquitecto austro-húngaro Johannes Kronfuss, fue el edificio principal; rodeado de un parque de variadas y selectas especies que, años más tarde, diseñara quien fuera su amigo, el floricultor y paisajista Federico Hintermeyer.
Hacia 1922, la quinta se amplió con la compra de la fracción lindera al predio, totalizando así 9,5 has., siendo ya bien conocida en la zona por sus cultivos de hortalizas.
Los grandes terrenos de la zona se fueron subdividiendo, sobre todo por la apertura de calles. “La Algovia” quedó reducida a poco más de una hectárea y, tras el deceso de Alberto Zeller, la quinta pasó a manos de su única hija Isabel Zeller y García, casada con Alberto Lehman.
En 1931 la nueva empresa, Lumiton, adquirió el terreno de “La Algovia”, hasta entonces propiedad de Isabel Zeller de Lehman que, para entonces, había quedado reducida a algo más de una hectárea (de las nueve y media que había llegado a tener); ocupando la superficie comprendida entre la avenida Bartolomé Mitre y las calles Marconi, Ugarte y Sargento Cabral, en la localidad de Munro.
La denominación –Lumiton- de la empresa surgió de la unión de voces que se identifican con la luz (lumi) y el sonido (ton). El logotipo de presentación aparecía como un enorme gong que hacía sonar Michael Borowsky, por esos años primer bailarín del Teatro Colón.
En el terreno de Munro comenzaron las obras el 31 de octubre de 1931 y se levantaron los estudios, tomando como base los planos de la Metro Goldwin Mayer (MGM): cuatro sets de filmación, laboratorios, camarines y un chalet para las grandes figuras de la época. Al cabo de ocho meses de obras ya contaban con la primera galería de filmación, laboratorio propio y otras instalaciones técnicas. El primer estudio tenía 15 x 35 metros, donde se experimentó todo lo relativo a la técnica y la realización de filmes, ya que ninguno de los precursores del Lumiton provenía de la industria del cine.
Las oficinas administrativas se establecieron en Cangallo (actual Juan Domingo Perón) 1856, en la ciudad de Buenos Aires.
Creada la Radiocinematográfica Argentina Lumiton, S.A., el sábado 17 de diciembre de 1932 se inauguró el estudio con una presentación para la prensa y personajes del ambiente cinematográfico, ocasión en la que se exhibieron algunos cortos de prueba.
DESARROLLO
En cuatro años estuvieron construidos los cuatros estudios que componían los Estudios Lumiton, sus laboratorios, el micro-cine, los camarines y sus talleres de carpintería, generadores de una utilería considerada de las más importantes del cine argentino.
Se realizaron grandes éxitos, como “La muchachada de a bordo”, “Los muchachos de antes no usaban gomina”, “Fuera de la ley”, “Tres anclados en París”, “La rubia del camino”, “Mujeres que trabajan”, "Los muchachos de antes no usaban gomina", “La vida es un tango”, "La Vuelta de Rocha", "Carnaval de antaño", “Divorcio en Montevideo”, "Jettatore", "La chismosa", "Se rematan ilusiones", “Isabelita”, “Yo quiero ser bataclana", “Los martes orquídeas”, “Así es la vida”, “Adolescencia”, “El mejor papá del mundo”, “El espejo”, "Filomena Marturano", "Medio millón por una mujer", “El viaje”, “El inglés de los güesos”, “Los chicos crecen”, “Dieciséis años”, “Safo”, “El ángel desnudo” y “El canto del cisne”, llegando a casi dos centenares de títulos.
Fueron directores de las producciones de Lumiton: Manuel Romero, Carlos Christensen, Francisco Mugica, Mario Lugones, Julio Porter, Antonio Momplet, Antonio Ver Ciani, Antonio Cunill Cabanellas, Luis Bayón Herrera, Alejandro Wehner, Arturo Gemmitti, Juan Carlos Thorry, Luis Motura y Arturo García Buhr.
No solo Luis Sandrini fue un astro popular de Lumiton, que también puso en la pantalla popular a otras grandes figuras, como Mecha Ortiz, Niní Marshall y Hugo del Carril.
Lumiton fue la primera industria del cine en Latinoamérica, considerada modelo por lo avanzado de su montaje.
ÁNGEL ACCIARESI
Fue, además, una importante fuente de trabajo para numerosos vecinos de Munro y localidades aledañas. Entre ellos, don Ángel Acciaresi, nacido en el seno de una familia italiana llegada a Buenos Aires a fines de agosto de 1909; una personalidad de la cinematografía argentina con vasta trayectoria como director, asistente de dirección e incluso argumentista cinematográfico, quien se formara desde el nivel más bajo, cuando comenzara a trabajar en actividades auxiliares, secundarias, como las de “tiracables” cuando entraba en la adolescencia, hacia 1936, habiendo ingresado en los estudios Lumiton, con 4 años de edad.
Su primer contacto con la filmación de un largo metraje fue con la realización de “Los muchachos de antes no usaban gomina”, blanco y negro, que dirigiera Manuel Romero, teniendo como protagonistas a grandes personalidades de la escena nacional, como Florencio Parravicini, Mecha Ortiz (en el rol de la Rubia Mireya), Santiago Arrieta, e Irma Córdoba y un gran cantor nacional que, por entonces, comenzaba a tomar vuelo: Hugo del Carril, entre otros.
Con el tiempo, don Ángel fue asistente de dirección y luego director, participando en una vasta producción cinematográfica nacional y en coproducciones internacionales, como la sueco-argentina “Primavera de la vida” (en Suecia “Livets vår”, en el año 1958.
Pese a su destacada trayectoria, no tuvo el reconocimiento público que merece.
LUMITON Y MUNRO
Lumiton también contribuyó al desarrollo del barrio que se hizo conocido en el mundo por la leyenda sus producciones (“Munro, provincia de Buenos Aires”) cuando, como magnífico exponente del arte y la industria cinematográfica, Lumiton lograra gran repercusión en el exterior.
Un monolito emplazado en la Av. Mitre frente al nro. 2351, en 1997, recordó la existencia de los Estudios Lumiton durante varios años.
Actualmente, en parte de las instalaciones de los estudios Lumiton, se encuentra el Museo del Cine del municipio de Vicente López, con acceso por la calle Sargento Cabral 2354.
PRODUCCIONES DE LUMITON
“LOS TRES BERRETINES” (1933)
Su primera producción de largo metraje fue “Los tres berretines”.
Es la versión cinematográfica de un suceso teatral de aquel tiempo; con guion de Arnaldo Malfatti y Nicolás de las Llanderas, su argumento gira en torno de los tres "berretines" porteños de la época: el fútbol, el tango y el cine.
Fue codirigida por Enrique T. Susini y el equipo de trabajo.
Cronológicamente, según las fechas de estreno, fue el segundo film sonoro argentino.
“Los tres berretines” se estrenó el 19 de mayo de 1933 en el cine Astor, de Buenos Aires. Pocos días antes, el 27 de abril de 1933 se había estrenado en el cine Real, de la capital argentina, la película “Tango”, del sello Argentina Sono Film, dirigida por Luis José Moglia Barth.
Realizado con sistema óptico Movietone, “Los tres berretines” destacó por la calidad técnica, la definición de sus caracteres y la utilización rudimentaria del sonido con efecto dramático.
En cuanto a los actores, impulsó como astro a Luis Sandrini. El costo de ésta película fue de 18.000 pesos y, convertida en éxito popular, llegó a recaudar más de un millón.
La fotografía estuvo a cargo de John Alton. Con montaje de Francisco Mugica; música de Enrique Pedro Delfino, con fragmentos de obras de Duke Ellington e Isidro Maiztegui (director musical). Escenografía de Ricardo Conord.
Integraron el reparto: Luis Arata (como Manuel Sequeira); Luis Sandrini (Eusebio); Luisa Vehil (Susana); Florindo Ferrario (Eduardo); Benita Puértolas (Carmen); Héctor Quintanilla (abuelo); Dolores Dardés (abuela); Miguel Ángel Lauri (Lorenzo); Luis Díaz (cantor); Dora del Grande; Mario Danesi; Homero Cárpena; Mario Mario; Miguel Leme; Osvaldo Fresedo; Malena Bravo. El trío que aparece anunciado como “Conjunto Nacional Foccile-Marafiotti” se integró con José María Rizutti en el piano, Vicente Tagliacozzo en el violín y Aníbal Troilo en bandoneón.
Miguel Ángel Lauri (en la película ‘Lorenzo’, hermano futbolista de ‘Eusebio’ representado por Luis Sandrini) fue realmente un jugador de fútbol argentino que, apodado ‘Flecha de Oro’ integrara el plantel de Estudiantes de La Plata, siendo parte de la famosa delantera de ‘Los Profesores’ junto a Scopelli, Zozaya, Ferreira y Guaita.
Hacia el final del film reproducen escenas del encuentro de fútbol amistoso jugado en el estadio del C.A. Independiente, calle Almirante Cordero y Alsina, de Avellaneda (PBA) el 5 de febrero de 1933, entre las selecciones de Argentina y Uruguay, encuentro en el que Roberto Eugenio Cerro “Cherro” convirtió los cuatro goles argentinos (7’, 48’, 79’ y penal a los 87’), imponiéndose Argentina por 4-1 frente a Uruguay, cuyo gol fue realizado por Luis Mata.
Hacia el minuto 52’ de la película puede verse a Lauri (Lorenzo) con la casaca que vistiera en ese encuentro internacional; camiseta blanca con cuello verde y la inscripción LAF (Liga Argentina de Football).
En las escenas de la película puede verse la cancha de juego entonces e incluso el detalle de la entrada al túnel, por detrás de la línea del arco.
“Los tres berretines” puede verse cliqueando sobre la imagen siguiente:
“FUERA DE LA LEY” (1937)
“Fuera de la ley” es una película argentina dirigida por Manuel Romero, con guion propio.
Se estrenó el 14 de julio de 1937. Es un drama policial que fue considerado uno de los mejores filmes del director y que influyó en las películas argentinas posteriores del mismo género.
En la encuesta realizada en 1977 por el Museo del Cine Pablo Ducrós Hicken fue considerada como la décima mejor película del cine argentino de todos los tiempos.
Antecedentes:
El 24 de febrero de 1937 fue secuestrado el niño Eugenio Pereira Iraola y posteriormente apareció muerto. El crimen impacto profundamente, indignando al pueblo. Romero decidió tratar el tema en una película, sin dramatizar el hecho real sino haciéndolo como una ficción sobre el rapto de una nena, sin sobreabundar en detalles, en el convencimiento de que la memoria, la emoción o el subconsciente de cada espectador se encargarían de completar la película, vinculándola al hecho real.
El vínculo entre el cine argentino y el público se basaba con frecuencia en sobreentendidos que hacían posible conocer aquello que no se había contado o no se entendía, aquello que intrigaba. En el caso, la calaña de los delincuentes secuestradores de niños y que los lleva a perpetrar tal crueldad.
Sinopsis
La película se estrenó el 14 de julio de 1937, cuando aún no se habían cumplido cinco meses del secuestro. El célebre actor José Gola protagonizó al delincuente, hijo de un comisario cuyo rol estuvo a cargo de Luis Arata. Tras salir de la cárcel, el primero trata de seducir a quien debiera ser como una hermana para él (papel a cargo de Irma Córdoba) criada y amada por sus padres. Para obligarla a ceder a su obsesión secuestra a su hijita (Rayito de sol) y la lleva al escondite de unos compinches. Su padre, sospechando la verdad, solicita y queda al frente de la investigación, persigue encuentra a su hijo y, convencido de que es un sujeto irrescatable, él mismo leda muerte.
Reparto
Luis Arata (en el rol de Pedro Robles); José Gola (como Juan Robles); Irma Córdoba (Emilia); Susy Derqui (Flora); María Esther Buschiazzo (Madre de Juan Robles); Marcos Caplán (Agapito); Pedro Maratea (Enrique Varela); Marcelo Ruggero (Chichilo); Martín Zabalúa (padre, Jefe de Policía); María Vitaliani (mujer de Chichilo); Pedro Laxalt (Roberto Achával); Roberto Blanco (Ñato); Susana Achával (Rayito de Sol); Gerardo Rodríguez (El Turco); Jorge Lanza (Giménez); Malisa Zini (Niñera).
Valoración
El crítico Rodrigo Tarruella opinó que: "Fuera de la ley no sólo es un filme dentro de la ley, sino que es un fin de ‘la ley’, la apoteosis del paternalismo y del filicidio, tan representativa y profética de la historia como Invasión de Santiago, su contrapartida ideológica. Arata policía ampara, protege, disculpa o hace la vista gorda ante la carrera criminal de su hijo, un Gola ‘terriblemente malo’. En el trágico final Arata abate a Gola. Formalmente, el filme impresiona. Es la única película cuidada de Romero, lo cual le da un carácter extraño de film aislado, inclusive dentro del cine argentino. Hay una crueldad inusual, predominio de la imagen y diálogos secos y cortantes en la mejor tradición de la ‘serie negra’, apartándose del parloteo incesante de una obra que niega sistemáticamente el silencio. Romero pasa insólitamente a la acción narrando por primera, y casi única vez, con soltura. Los notables encuadres están totalmente influidos por Dreyer”.
“Fuera de la ley” puede verse cliqueando sobre la imagen siguiente:
© Enrique F. Widmann-Miguel / IberInfo-Buenos Aires
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