6 DE OCTUBRE DE 1976: ATENTADO TERRORISTA EN BARBADOS CONTRA UNA AERONAVE CIVIL CUBANA
Las 73 personas a bordo de la aeronave, un Douglas DC-8-43, matrícula CU-T1201, fabricado en los EE.UU. por la Douglas Aircraft Company, en Long Beach, Los Angeles_CA, nro. de construcción 45611, con primer vuelo en el año 1961, resultaron muertas en el hasta entonces peor ataque de este tipo en el hemisferio occidental.
En el luctuoso hecho se utilizaron dos bombas, descritas como dinamita o explosivo C-4.
EL HECHO
El DC-8 de Cubana de Aviación había arribado el día 5 al aeropuerto guyanés de Timerhri (en el que entonces operaban los vuelos internacionales, ya que el actual, el principal y moderno Cheddi Jagan International Airport (GEO) comenzó a operar el 5 de octubre de 2001.
El día siguiente, 6 de octubre de 1976, la misma aeronave partió a las 10:57 GMT hacia La Habana, con escalas intermedias en el aeropuerto Piarco (Port of Spain-Trinidad & Tobago-POS), aeropuerto de Seawell (Barbados) y Jamaica para finalizar en La Habana.
En Port of Spain ascendieron a la aeronave 24 miembros del equipo juvenil de esgrima cubanos, que habían llegado procedentes de Caracas (Venezuela) en un vuelo de Pan-Am.
A las 16:21 GMT arribó al aeropuerto de Seawell (Sir Grantley Adams International Airport-parroquia Christ Church, Barbados-BGI) donde, finalizando su viaje, descendieron los terroristas venezolanos Fredy Lugo y José Vázquez García (nombre falso que utilizara Hernán Ricardo Lozano).
A las 17:15 GMT el vuelo CU-455 despegó por la pista 09, hacia el Norman Manley International Airport (Jamaica-KIN), con 73 personas a bordo; entre ellos jóvenes guyaneses que viajaban a Cuba para estudiar Medicina y 10 tripulantes que había estado hospedados en Bridgetown (la capital barbadense), con motivo de la rotación del personal de la aerolínea Cubana de Aviación.
A las 17:23 GMT, estando a 28 millas (45 kms.) del punto de partida. el control de Tráfico Aéreo de Seawell grabó la voz del capitán Wilfredo ‘Felo’ Pérez alertando sobre la existencia de fuego a bordo. El copiloto Miguel Espinosa Cabrera dijo que había sido una explosión en la cabina de pasajeros y por indicación del capitán Pérez avisó a Seawell que regresaban de inmediato.
A 18 millas del aeropuerto Pérez, el comandante de la aeronave, pidió pista inmediatamente, siendo autorizado a aterrizar por Control Aéreo de Seawell, mientras se aproximaba por los radiales 315-285.
Aparentemente, se había tomado control de la situación, pudiendo controlar la nave y desplegar el tren de aterrizaje.
A las 17:25:27 GMT en Seawell, ya en emergencia total, se escuchó al capitán Pérez gritar, en español, “¡Cierren la puerta, cierren la puerta!”.
Fue entonces cuando el comandante perdió el control del aparato, tras una segunda explosión que tuviera lugar en el área de los baños traseros. El copiloto Miguel Espinosa Cabrera gritó “¡Eso es peor! ¡Pégate al agua, Felo, pégate al agua!”.
El piloto pudo hacer girar la aeronave hacia un lado, evitando caer sobre una playa cercana. Desde las costas de Barbados y áreas próximas varias personas vieron cómo el avión caía al mar, a unos 8 kms. del aeropuerto Seawell.
A POSTERIORI
Si bien mediáticamente se intentó encubrir la acción criminal como un accidente, la comisión investigadora y, sobre todo, el bien fundado informe del perito cubano Julio Lara Alonso, demostraron hasta la saciedad que el DC 8 cayó al mar a consecuencia de dos explosiones: una, localizada entre las filas de asientos 7 y 11, ocurrida a las 12:23 a. m. (hora local); la otra, en el baño trasero de la cabina de pasajeros (12:27 a. m., hora local), que causara el derribo de la nave, ocasionando la muerte de 57 cubanos, 11 guyaneses y 5 funcionarios culturales coreanos.
Meses antes de éste atentado, desde la Casa Blanca se lanzaron duras amenazas contra Cuba debido a la conocida ayuda internacionalista que Cuba le prestara a Angola: las agresiones terroristas contra Cuba se intensificaron a partir de entonces, dirigidas fundamentalmente contra sedes diplomáticas cubanas y representaciones aéreas cubanas, sobre todo en Panamá y países del Caribe que mantenían relaciones con La Habana, tales como México, Colombia, Jamaica, Barbados, Trinidad y Tobago y Venezuela. Para estas actividades subversivas se utilizaron, en primer lugar, las bases montadas a lo largo de años en Miami y Puerto Rico, así como los territorios de Chile y Nicaragua (en tiempos de Somoza) donde se movían con asistencia oficial.
Sobre las acciones terroristas contra Cuba urdidas desde los tenebrosos servicios secretos del Gobierno de los EE. UU., uno de los más espeluznantes hechos es el de la voladura del avión cubano frente a las costas de Barbados, el 6 de octubre de 1976, pensado y ejecutado por sirvientes de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), en su nada secreta guerra contra la nación caribeña.
El Crimen de Barbados, como es conocido en la Historia, sigue hoy sin castigo para sus autores, no obstante ocasionar la muerte de 73 personas, cubanos y extranjeros, entre ellos 24 componentes de la selección de Esgrima de la Isla, tras estelar competencia en el IV Campeonato Centroamericano y del Caribe de ese deporte, encuentro desarrollado en Caracas, Venezuela.
El Gobierno de Estados Unidos obstaculizó la condena del brutal atentado en el Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas, pues las investigaciones conducían a su colaboración con el hecho y a sus autores. Años más tarde, la propia CIA desclasificó documentos que demostraban impúdicamente su participación en los hechos.
Los referidos expedientes sentaban que esa agencia tenía información de Inteligencia concreta, en junio de 1976, acerca de planes de grupos terroristas cubanos exiliados en la Florida de atacar con bombas una nave de Cubana de Aviación.
Los autores materiales e intelectuales fueron apresados, entre ellos Orlando Bosch y Luis Posada Carriles, ambos de origen cubano.
El primero fue absuelto tras presuntos defectos legales del proceso, mientras el segundo estuvo encarcelado en Venezuela en espera de una sentencia definitiva y logró huir con el apoyo de guardias de la prisión en la que se encontraba recluido, para posteriormente proseguir su profesión de asesino a sueldo yanqui.
Las declaraciones de los dos ejecutores materiales, los venezolanos Freddy Lugo y Hernán Ricardo Lozano—condenados en Venezuela a 20 años de prisión—, señalaron directamente a Posada Carriles como la persona que ideó la colocación de los explosivos en la aeronave siniestrada.
Tanto Posada como Bosch hallaron refugio seguro en Miami -tradicional aguantadero de delincuentes latinoamericanos-, donde hasta su muerte continuaron planificando acciones violentas y de desestabilización contra Cuba y para perjuicio de su pueblo.
AUDIO:
Grabación del CU455 en contacto con Seawell air traffic control
Grabación del intercambio sostenido entre el comandante Wilfredo Pérez, piloto del avión de Cubana de Aviación en el vuelo CU455, al momento del atentado terrorista perpetrado el 6 de octubre de 1976 y el controlador de tráfico aéreo del aeropuerto Seawell, de Barbados, de donde acaba de despegar la aeronave.
Transcripción (tras escucharse la explosión):
En inglés:
-¡Seawell! Cubana 455
-Cubana 455, Seawell
-We have an explosion! We are descending immediately! We have fire on board!
(¡Tenemos una explosión! ¡Estamos descendiendo inmediatamente!
¡Tenemos fuego a bordo…!)
-Cubana 455, are you returning to the field?
(Cubana 455, ¿Regresarán a este campo?)
La hora: 17:24 GMT (12:24 PM hora de Cuba)
-Cubana 455 Seawell…
-Aquí Seawell, Cubana 455
-Aquí, Cubana 455. We are requesting immediately – immediately – landing!
(¡Estamos solicitando re-aterrizaje inmediato, inmediato…!)
-Cubana 455, you are cleared to land
(Cubana 455 Autorizado)
-Recibido
En español:
-¡Cierren la puerta! ¡Cierren la puerta!
En inglés
La hora: 17:27 GMT (12:27 PM hora de Cuba)
-Cubana 455, we have full emergency on standby.
(Cubana 455 Tenemos emergencia total lista en espera)
En español (el copiloto al comandante Pérez, por su apodo):
-¡Eso es peor…! ¡Pegate al agua, Felo, pegate al agua…!
Se escucha otra voz, en español, del vuelo 650 de West Caribbean Airways
-Cubana, este es Cari-West 650 ¿Podemos ayudar en algo?...
OCTOBER 6TH, 1976: TERRORIST ATTACK AGAINST A CUBAN CIVIL AIRCRAFT
CU455 flight of Cuban airline of Aviation that having started in Guyana, was going from the island of Barbados to Jamaica, with final destination in Havana (Cuba) was destroyed in flight after a terrorist attack that took place on 6 October 1976. The 73 people aboard the aircraft, a Douglas DC-8-43, Cuban license CU-T1201, American-made by Douglas, in Long Beach, construction number 45611, with first flight in 1961, were killed in the hitherto worst attack of this type in the Western Hemisphere. Two bombs, described as dynamite or explosive C-4, were used in the mournful fact.
DC-8 of Cubana de Aviacion had arrived on October 5th at Guyanese airport of Timerhri (where international flights then operated, since the current, the main and modern Cheddi Jagan International Airport began operating on October 5, 2001 .
The following day, October 6, 1976, the same aircraft departed at 10:57 GMT to Havana, with intermediate stops at Piarco airport (Port of Spain-Trinidad & Tobago-POS), Seawell airport (Barbados) and Jamaica to finish in Havana.
At Port of Spain airport 24 members of the Cuban youth fencing team boarding the aircraft, having arrived before from Caracas (Venezuela) on a Pan-Am flight.
At 4:21 p.m. GMT arrived at Seawell Airport (Sir Grantley Adams International Airport-Christ Church parish, Barbados /BGI) where, ending their trip, got off the plane Venezuelans Fredy Lugo and José Vázquez García (false name used by Hernán Ricardo Lozano), later identified as terrorists.
At 17:15 GMT flight CU-455, on runway 09 took off towards Norman Manley International Airport (Jamaica-KIN), with 73 people on board, including young Guyanese traveling to Cuba to study medicine and 10 crew that had been hosted in Bridgetown (the capital of Barbados), on occasion of the crew of the Cuban airline rotation.
At 17:23 GMT, being 28 miles (45 kms.) from the starting point, Seawell Air Traffic control recorded the voice of Captain Wilfredo ‘Felo’ Pérez warning about fire existence on board. Co-pilot Miguel Espinosa Cabrera said it had been an explosion in the passenger cabin and following directives of Captain Perez told Seawell that they were returning immediately.
At 18 miles from the airport, Pérez, aircraft commander asked for a runway immediately, being authorized to land by Seawell Air Control, while approaching by radials 315-285.
Apparently, control of the situation had been taken, being able to control the airship and deploy the landing gear.
At 17:25:27 GMT while in Seawell already in total emergency, was heard Captain Perez shouting, in Spanish “Close the door, close the door!".
It was then that the commander lost airplane control, after a second explosion that took place in the area of the rear bathrooms. Co-pilot Miguel Espinosa Cabrera shouted “That's worse! Stick to the water, Felo, stick to the water! ”
The pilot was able to turn the aircraft to the side, avoiding falling on a nearby beach. From the coasts of Barbados and nearby areas several people watched the plane fall into the sea, about 8 kms. from Seawell airport
Although the media tried to cover up the criminal action as an accident, the investigative commission and, above all, the well-founded report by the Cuban expert Julio Lara Alonso, proved to the full that DC 8 fell into the sea due to two explosions: located between seat rows 7 and 11, occurred at 12:23 a.m. (local time); the other, in the rear bathroom of the passenger cabin (12:27 a.m. local time), which caused the airplane demolition, causing the death of 57 Cubans, 11 Guyanese and 5 Koreans.
Months before this attack, harsh threats against Cuba were launched from the White House due to the well-known internationalist help that Cuba then provided to Angola: terrorist attacks against Cuba intensified thereafter, directed primarily against Cuban diplomatic headquarters and Cuban air representations, especially in Panama and Caribbean countries that maintained relations with Havana, such as Mexico, Colombia, Jamaica, Barbados, Trinidad and Tobago and Venezuela. For these subversive activities, the bases assembled over the years in Miami and Puerto Rico were used, as well as the territories of Chile and Nicaragua (at time of Somoza) where they was installed with official assistance.
On the terrorist actions against Cuba warned from the dark secret services of the United States Government, one of the most horrifying facts is that of Cuban plane blasting off the coast of Barbados, on October 6, 1976, designed and executed by CIA (Central Intelligence Agency) servants, in its nothing secret war against the Caribbean nation.
The Crime of Barbados, as it is known in history, continues today without punishment for its authors, having however causing the death of 73 people, Cubans and foreigners, including 24 components of the island Fencing team, after its stellar competition in the IV Central American and Caribbean Championship of that sport, meeting held in Caracas, Venezuela.
United States Government hindered the condemnation of the brutal attack on the Security Council of the United Nations Organization, as the investigations led to its collaboration with the incident and its perpetrators. Years later, the CIA itself declassified documents that implicitly demonstrated its participation in the events.
The aforementioned files stated that the agency had specific intelligence information, in June 1976, about plans by Cuban terrorist groups exiled in Florida to attack an airplane of Cubana de Aviación with bombs.
Material and intellectual authors were arrested, among them Orlando Bosch and Luis Posada Carriles, both of Cuban origin. The first was acquitted after alleged legal defects on the criminal case, while the second was imprisoned in Venezuela pending a final sentence and managed to flee with the support of prison guards in which he was held, and then continue his profession of Yankee hitman.
The statements of the two material executors, Venezuelans Freddy Lugo and Hernán Ricardo Lozano- sentenced in Venezuela to 20 years in prison - pointed directly to Posada Carriles as the person who devised the placement of the explosives in the wrecked aircraft.
Both Posada and Bosch found safe haven in Miami -traditional cover for Latin American offenders-, where until his death they continued planning violent and destabilizing actions against Cuba and its people.
©Enrique F. Widmann-IberInfo_Buenos Aires
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