BATALLA DE CANGAMBA, PRESENTE EN LA MEMORIA HISTÓRICA DE CUBA Y DE ANGOLA
Cangamba (también denominada Kangamba), es la localidad cabecera del municipio Luchazes (provincia de Moxico), situada a unos 900 kms. al sudeste de Luanda; a la vera de la Ruta Nacional/Estrada Nacional EN170, que recorre Angola en sentido norte-sur. En el área de Cangamba se desarrollaron operaciones de guerra de gran envergadura entre los días 2 y 10 de agosto de 1983, cuando las posiciones defendidas por la 32º Brigada de Infantería Ligera (BIL) de las FAPLA (Fuerzas Armadas Populares de Liberación de Angola), 818 hombres con poco tiempo de formación militar y 82 combatientes internacionalistas cubanos hicieron frente al ataque de fuerzas de las FALA (Fuerzas Armadas de Liberación de Angola), brazo armado de la UNITA (Unión para la Independencia Total de Angola), integradas con las brigadas 12 y 13 semi-irregulares, con dos batallones independientes y una compañía de destino especial; totalizando unos 3.000 hombres fuertemente armados y la agrupación artillera compuesta por cerca de medio centenar de piezas de artillería y morteros, siete instalaciones antiaéreas múltiples de 14,5 milímetros y cohetes antiaéreos portátiles.
ANTECEDENTES
En enero de 1975, el Gobierno de Portugal, potencia colonial bajo la que se encontraba Angola, mantuvo reuniones con el Movimiento Popular para la Liberación de Angola (MPLA) dirigida por António Agostinho Neto (la única que realmente luchaba por la independencia y el mejor futuro de su pueblo y las organizaciones “de papel” o “dibujadas” del Frente Nacional de Liberación de Angola (FNLA) y Unión Nacional para la Integración Total de Angola (UNITA), con el fin de organizar el proceso de descolonización de esa nación africana. Las reuniones se llevaron a cabo en la localidad marítima de Alvor, freguesia del concejo de Portimão, en el extremo sudoeste de Portugal, a unos 150 kilómetros al oeste de Huelva (Andalucía/España).
Los acuerdos firmados (conocidos como Acuerdos de Alvor) determinaron la formación de un gobierno transitorio integrado por representantes de las cuatro partes, que debería estar materializado para el 31 de enero de 1975; convocando, además, a Asamblea Constituyente para el 30 de abril y a una posteriores comicios para la elección de los integrantes de los poderes Ejecutivo y Legislativo. Fijándose el 11 de noviembre como fecha para la proclamación de la Independencia de Angola.
Desde el principio, el proceso de descolonización fue obstaculizado, buscando abortarlo con el FNLA y la UNITA como “caballos de Troya”; con ambos grupos dirigidos por sujetos vinculados a intereses transnacionales antipopulares, enmarcados en el mundo de “los negocios y las finanzas”: el FNLA encabezado por Holden Roberto, conocido agente de la Agencia Central de Inteligencia/Central Intelligency Agency (CIA) en África meridional y la UNITA, encabezada por Jonas Savimbi, sujeto vinculado al sector dominante de los círculos económicos del régimen sudafricano de la época.
El FNLA y la UNITA se unieron –desde la primera etapa- para operar en conjunto contra el MPLA, apoyados por los EE. UU., Francia, Inglaterra y los sistemas serviles de Zaire y Sudáfrica.
El entonces Secretario de Estado de los EE. UU. Henry Kissinger, pasó a dirigir las operaciones de la CIA en apoyo al FNLA y subsidiariamente a la UNITA.
Ese sector reaccionario, en abierta violación a los acuerdos de Alvor, organizó, entrenó y armó fuerzas de tareas para evitar en combate abierto, el ascenso del MPLA al poder –con fuerte apoyo popular- por medio de las elecciones anunciadas. En ese marco de peligro concreto, el líder del MPLA, Agostinho Neto, solicitó apoyo militar a Cuba para preservar la Independencia.
“Operación Carlota” es el nombre con el que se conoce a la ayuda militar internacionalista prestada por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Cuba a la República Popular de Angola, con el objetivo de preservar su independencia e integridad territorial e impedir la invasión por parte de Sudáfrica a través de la frontera sur. Siendo Sudáfrica el país que, junto a los EE. UU. y el gobierno de Mobutu Sese Seku, en Zaire, equipara a las FALA (Fuerzas Armadas de Liberación de Angola), brazo armado de la estructura antigubernamental de UNITA, encabezada por Savimbi, promoviendo una invasión por diferentes puntos del país para evitar la consumación de la independencia.
Entre 1975 y 1991, alrededor de 300 mil cubanos participaron en el conflicto de Angola y cerca de dos mil perdieron la vida en la lucha; siendo repatriados sus restos a Cuba, en la denominada "Operación Tributo".
Además, cerca de 50.000 colaboradores civiles hicieron su aporte solidario durante la contienda.
LA BATALLA
El objetivo de UNITA era aislar la provincia de Moxico, impedir a toda costa el arribo de refuerzos de angolanos y cubanos y apoderarse de la ciudad de Luena, capital de la provincia a unos 280 kms. al norte de Cangamba por las rutas EN170 y EN250). Pretendían proclamar a esta ciudad como la capital de una llamada República Negra, separada de Angola, con vistas a recibir reconocimiento internacional. Dirigiendo sus operaciones, a la vez, a hacer prisioneros a los cubanos de la Misión que se encontraban allí destacados, para mostrarlos a los corresponsales de prensa extranjera y usarlos para forzar a Cuba a negociar directamente con la UNITA, sin la participación del Gobierno angolano. Desplazando -y exterminando- a la vez, a todo defensor de esa parte del territorio de Angola, región de suma importancia para el paso de fuerzas y medios de la UNITA hacia el centro del país cuando, contemporáneamente, esta organización estaba frente a una circunstancia crítica en cuanto a sus planes de expansión; siendo de suma importancia evitar que sus tropas, ya formadas en unidades semi-irregulares comenzaran a encarar dificultades logísticas.
La heroica resistencia de los combatientes angolanos y cubanos en Cangamba, a los que se sumó el apoyo aéreo cubano y de fuerzas desplegadas desde el norte, impidieron que la UNITA pudiera continuar el avance.
El territorio, en la zona centro oriental de Angola, era el sitio más abrupto, alejado y de más difícil acceso en toda esa región central del este de Angola; un punto importante para el paso de fuerzas y equipos de la UNITA (que encabezaba Jonas Malheiro Savimbi), hacia la región central país. Los elementos de UNITA ingresaban a Angola desde el este (a través de la frontera con Zambia) y desde el sur penetraban a la provincia de Cuando Cubango - limítrofe con Namibia- por un punto fronterizo estratégico y despoblado; zona en la que en gran parte operaban fuerzas sudafricanas del régimen del Apartheid desde varios meses antes.
Tras los primeros enfrentamientos el día 2 de agosto, la Jefatura cubana envió refuerzos, incrementando la presencia cubana a 184 efectivos.
Los angolanos y cubanos estacionados en Cangamba integraban una fuerza ligera de defensa; contando con 18 piezas de artillería y morteros de pequeño calibre, con pocas municiones.
Si bien los sudafricanos no habían desplazado fuerzas de infantería al teatro de operaciones, sus elementos actuaban como especialistas de artillería, inteligencia y apuntadores para la aviación, en un número de efectivos cercano al de un batallón. Algunos de ellos también participaban en pequeñas unidades del denominado batallón Búfalo, con mayor experiencia de combate.
DESARROLLO DE LA BATALLA
Ese día (2 de agosto de 1983) a las O5:55 horas, la UNITA inició ataques simultáneos de artillería y morteros a posiciones de Munhango, Calapo, Cangamba, Tempué, Cangumbe y Luena.
A las O8:00 horas, sus fuerzas de infantería atacaron a tropas de las FAPLA ubicadas en Cangamba, que defendían la cabecera norte de la pista de aviación, en el extremo occidental de la población, a unos 300 metros de la posición de los cubanos (coordenadas 13°42'17.9"S 19°51'28.2"E). Fueron rechazados.
A las 13:00 horas la aviación cubana asestó el primer golpe, a cuatro kilómetros al este y sudeste de Cangamba. siendo recibida con denso fuego antiaéreo. Poco después efectuaba un segundo golpe con dos aviones.
El 3 de agosto, utilizando helicopteros de transporte Mil Mi-8 se produce el primer desembarco helitransportado de las Fuerzas de Destino Especial cubanas para reforzar a las fuerzas sitiadas en Cangamba. Este día partió de Huambo el Destacamento Blindado N°1 con destino al lugar de los combates. Se previó que venciera los 650 kilómetros que la separaban del enclave donde combatían sus connacionales en cinco o seis días, pero solo pudo mantener el ritmo previsto mientras pudo avanzar por caminos transitables. Gran parte de la marcha tuvo que hacerla a campo traviesa y bajo hostigamiento del enemigo, pudiendo apenas promediar 40 kilómetros por jornada.
El 4 de agosto arribaron a Cangamba el médico, teniente Luis Galbán Soca y el apuntador de aviación, capitán Julio B. Chiong Almaguer.
Resumiendo la situación combativa, durante los días sucesivos hubo acciones con un fuerte hostigamiento artillero y ataques de infantería por parte de la UNITA y golpes de la aviación cubana contra las fuerzas de esta última.
El 6 de agosto partió de Menongue rumbo al teatro de operaciones el Destacamento Blindado N°2, encontrando grandes obstáculos en su camino, retrasándose por ello. También sostuvo algunos combates.
El 7 de agosto, un batallón de infantería ligera realizó operaciones de penetración dando golpes en pequeños grupos a la retaguardia enemiga. Integraron el batallón 218 combatientes: 150 angolanos, 67 cubanos y un namibio de una compañía de destino especial de la SWAPO (Organización del Pueblo de África del Sudoeste /South West Africa People's Organisation). La unidad, comandada por el mayor Rafael Ramos Fajardo, despegó desde Luena en siete helicópteros en tres vuelos sincronizados para coincidir en Cangamba.
Tras la partida de estos, desde Menongue despegó una pareja de aviones Mig-15.
Mientras, en las posiciones de los combatientes cubanos, se tomaba la decisión de no dejarse atrapar y quedar prisioneros de la UNITA; proponiendo uno de ellos guardar un cartucho para cada uno “para no caer en manos enemigas”.
El 9 de agosto, a las 07:00 horas, partió de Calapo una compañía de las FAPLA integrada por 144 hombres, en siete helicópteros; tras una hora de vuelo desembarcaron en un punto situado a dos kilómetros al sudeste del barrio 4 de Fevereiro, en Cangamba, para desarrollar acciones en la retaguardia de la UNITA en esa dirección y atacar las alturas dominantes donde estaban emplazados los morteros de grueso calibre que hostigaban fuertemente a los cercados.
El 10 de agosto partieron desde Luena hacia Cagamba otros 90 combatientes de las FAPLA, haciéndolo en cinco helicópteros, para desembarcar al sur de la aldea y hostigar a las FALA, posicionar emboscadas y minar los caminos. Iban con ellos un médico y un equipo de filmación cubanos.
Los heridos fueron evacuados. El mismo día 10, a las 11 de la mañana llegaron a Cangamba en cuatro helicópteros el ministro de Defensa de Angola, coronel Pedro María Tonha 'Pedalé' y el entonces general de división Leopoldo Cintra Frías, comandante del frente sur de las fuerzas cubanas en Angola.
Ante el empuje angolano-cubano, la UNITA y los militares sudafricanos comenzaron una apresurada retirada, tras destruir sus almacenes de municiones, llevando consigo las bajas que pudieron rescatar. Se contaron dentro del poblado 493 cadáveres de las FALA; debiendo tenerse en cuenta que siempre se consideró que eran muchos más, pues era práctica de la UNITA borrar toda huella de sus bajas. Al comenzar la retirada los atacantes perdieron casi todas sus armas y municiones y sufrieron grandes bajas. Las dos mejores brigadas de la UNITA fueron puestas fuera de combate.
El jueves 11 de agosto de 1983, en medio de una enorme solemnidad, se efectuó el sepelio de los caídos en la batalla de Cangamba en el cementerio de la Misión Militar Cubana. Junto a ellos se le dio sepultura a un combatiente de la SWAPO.
(Fuente: ‘Cangamba’, TCnel (R) FAR Jorge Martín Blandino-Casa Editorial Verde Olivo, Avda. de la Independencia y San Pedro, Plaza de la Revolución, La Habana -Año 2006)
CANGAMBA, UNA BATALLA QUE VIVE EN LA MEMORIA HISTÓRICA DE LOS CUBANOS
La batalla de Cangamba, desarrollada del 2 al 10 de agosto de 1983, sigue presente hoy en la memoria histórica de Cuba por la heroica resistencia de sus protagonistas: combatientes de este país caribeño y angolanos.
La contienda es considerada un hito militar que marcó pautas en la guerra librada por Angola, con la ayuda de la mayor de las Antillas, para preservar su independencia e impedir una invasión de Sudáfrica por su frontera sur y de la contrarrevolución encabezada por la Unión Nacional para la Independencia Total de Angola (UNITA).
Durante los combates, las posiciones defendidas por combatientes internacionalistas de la isla y de las Fuerzas Populares de Liberación de Angola (FAPLA) en la población de Cangamba, provincia de Moxico, fueron sitiadas por una agrupación del ejército sudafricano y la UNITA.
El objetivo estratégico de la Unión Nacional era aislar a la demarcación, impedir la llegada de refuerzos, para posteriormente apoderarse de Luena, ciudad que pretendían proclamar la capital de una llamada ‘República Negra’ escindida de Angola, en busca de reconocimiento internacional.
Según apuntes históricos, Moxico se había convertido en una importante vía para el paso de fuerzas y medios de la UNITA hacia la parte central del país.
La organización, dirigida por Jonas Savimbi, envió hacia Cangamba alrededor de tres mil hombres, divididos en dos brigadas semirregulares, dos batallones independientes y una compañía de destino especial.
Las filas de la isla estaban compuestas por 82 combatientes y después se incorporaron 184 más, mientras que las FAPLA contaban con poco más de 800 hombres.
En esos días de batalla, los cubanos y angolanos lograron imponerse a los invasores y en opinión del Héroe de la República, coronel (R) Fidencio González Peraza, quien fue jefe de las tropas de la isla, la victoria se debió al apoyo imprescindible de los pilotos de combate y a las tropas de Destino Especial que debilitaron el cerco.
Así como, agregó, a la conducción militar del Comandante en Jefe (Fidel Castro) desde La Habana y el alto mando en Angola.
González Peraza, en el marco del 30 aniversario de los combates, expresó al diario Granma que Cangamba fue una prueba de resistencia para sus protagonistas, con muchas aristas trágicas, más allá de la zona de combates que dejó un saldo de 27 cubanos heridos y 18 muertos.
La Habana, 4 de agosto de 2023 / MinRex-Cuba y PL (Prensa Latina)
MENSAJE DEL COMANDANTE FIDEL CASTRO A LOS COMBATIENTES
El 7 de agosto de 1983, el líder histórico de la Revolución, Fidel Castro, envió una carta a los combatientes del país caribeño instándolos a seguir luchando y a tener confianza en las tropas encargadas del rescate.
Decía en el texto:
“A los cubanos y a la 32 Brigada FAPLA que luchan en Cangamba.
Queridos compañeros:
Durante días hemos seguido hora a hora la heroica resistencia de ustedes frente a fuerzas muy superiores en número y medios de los títeres de Sudáfrica en Cangamba.
Hemos adoptado todas las medidas para apoyar las tropas sitiadas. El envío de refuerzos cubanos por helicópteros a ese punto es prueba de nuestra determinación de librar y ganar esa batalla junto a los angolanos.
Poderosas columnas blindadas avanzan ya rápidamente en dirección a Cangamba.
Todo depende ahora de la capacidad de ustedes para resistir el mínimo de tiempo, indispensable para que esas tropas lleguen a su objetivo.
Si el enemigo toma Cangamba no tendrá piedad con los heridos y prisioneros.
Desde sus posiciones, bien atrincherados, con serenidad, confianza en sí mismos y total determinación, deben rechazar los ataques enemigos, resistir a pie firme el fuego artillero y aniquilar a los que intenten apoderarse de la posición.
Es preciso ahorrar municiones y asegurar un fuego certero, así como soportar con firmeza el hambre y la sed si se agotan los víveres y el agua.
Todos los medios y fuerzas cubanas se emplearán si fuera necesario para liberarlos del cerco enemigo.
Nuestras tropas llegarán rápido, en tres o cuatro días, pero si la distancia, los obstáculos naturales y la acción del enemigo las retrasan el doble o el triple del tiempo o aún más, hay que resistir, porque llegarán allí a cualquier precio.
Que Cangamba se convierta en cementerio de los mercenarios que sirven a los odiosos intereses de los racistas sudafricanos.
Que Cangamba sea un símbolo imperecedero del valor de los cubanos y angolanos.
Que Cangamba sea ejemplo de que la sangre de angolanos y cubanos derramada por la libertad y dignidad de África no ha sido en vano.
Confío en el valor insuperable de ustedes y les prometo que los rescataremos cueste lo que cueste.
¡Patria o Muerte!
¡Venceremos!
Fidel Castro Ruz
Agosto 7 de 1983, 6 p.m.”
Junto a las batallas de Cuito Cuanavale, Quifangondo, Cabinda, Ebo, Sumbe..., Cangamba quedó inscrita en las páginas de la historia de la epopeya de la nación africana, extendida por 15 años ante los insistentes ataques a su soberanía.
La actuación de la Misión militar cubana en Angola fue decisiva para consolidar su independencia y, asimismo, para el logro de la independencia de la vecina Namibia y el fin de la política del Apartheid en Sudáfrica.
La tradición de solidaridad entre los pueblos de Angola y Cuba pervive hasta hoy, cuando profesionales cubanos de diversas ramas cumplen misión internacionalista en tierras del continente africano.
LA BATALLA DE CANGAMBA EN EL CINE
“Kangamba” es un largometraje cubano del género bélico (de ficción) dirigido por Rogelio París, realizado en el año 2008. Producido por el ICAIC (Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos), rememora las acciones de las fuerzas cubano-angolanas que participaron en la decisiva Batalla de Cangamba.
Sinopsis:
En agosto de 1983, en la República Popular de Angola miles de efectivos de la UNITA (Unión para la Independencia Total de Angola) entrenados y armados por el racista régimen sudafricano, lanzan una violenta ofensiva contra fuerzas de las FAPLA (Fuerzas Populares de Liberación de Angola) leales al gobierno angolano y un grupo de asesores cubanos de las FAR (Fuerzas Armadas Revolucionarias [de Cuba]) estacionados en Cangamba (también denominada Kangamba), población situada en la provincia angolana de Moxico, en el centro-este del país.
La desigual batalla que comenzara el 2 de agosto de ese año se desarrolló durante nueve días, golpeando también a la inocente población civil.
Intérpretes:
· Armando Tomey
· Rafael Lahera
· Linnett Hernández
· Samuel Claxton
· Alexis Díaz de Villegas
· Herón Vega Granados
· Julio Quesada
· Rubén Pérez
· Renny Arozarena
Ficha técnica:
· Guión: Jorge Fuentes y Rogelio París
· Dirección: Rogelio París
· Dirección de Producción: Rafael Rey
· Dirección de Fotografía: Adriano Moreno
· Edición: Pedro Suárez
· Música Original: Edesio Alejandro
· Director Asistente: Rafael Rosales
· Efectos visuales digitales: Jorge Céspedes
· Sonido: Germinal Hernández y Elpidio Dranguet
· Diseño de Banda Sonora: Osmany Olivares
· Escenógrafo y Director Artístico: Alain Ortiz
· Diseño de Vestuario: H. de las Nieves Laferté
· Maquillaje: Magdalena Álvarez y Nereyda J. Sánchez
· Peluquería: Juan Francisco Carreño y Orelmis Betancourt
· Duración: 90 min.
Para ver la película, se puede acceder al reproductor,
cliqueando sobre la siguiente imagen del póster:
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