DICIEMBRE DE 1947: PRIMER VIAJE DE INSTRUCCIÓN DE CADETES DE LA ESCUELA DE AVIACIÓN MILITAR (EAM-FAA)

En la mañana del martes 1 de diciembre de 1947 partieron desde el aeropuerto de Morón tres aeronaves Douglas DC-4; dos de ellas eran de la Flota Aérea Mercante Argentina (FAMA), matrículas LV-ABO y LV-AEU y la tercera integraba la flota de la Fuerza Aérea Argentina (FAA). Habían sido bautizadas con los nombres ‘Santa María’ (LV-ABO); ‘La Niña’ (LV-AEU) y ‘La Pinta’ (T-45), nombres de las tres carabelas con las que Colón arribara a América; denominaciones alusivas a la misión a cumplir: el primer viaje final de instrucción de los cadetes del último curso de la Promoción n° 13 de la Escuela de Aviación Militar (EAM) con destino a Madrid. Encabezaba la delegación el entonces director de la EAM, comodoro Francisco José Vélez; viajando también el agregado de Aeronáutica en la Embajada de España en Argentina, teniente coronel López Haro.

 

Asistieron el presidente de la Nación, general Juan Domingo Perón, altas autoridades argentinas y funcionarios de la Embajada de España.

Tras el acto ceremonial oficial y la bendición de los tres aviones, estos decolaron antes de las 07:00 AM.

El vuelo se realizó con algunas escalas. El primer tramo, entre Morón y primer tramo establecido entre Morón y Vitória (estado Espírito Santo-Brasil) en el que, por problemas técnicos, el T-45 tuvo que aterrizar en Florianópolis (Santa Catarina).

El segundo tramo fue el de Vitória a la base aérea de Parnamirim (Parnamirim Field), situada en el nordeste brasileño, a unos 18 kms. al sudeste de la ciudad de Natal (Rio Grande do Norte-Brasil), que se desarrollara como base estadounidense durante la segunda guerra mundial, cuando tuviera intenso tráfico aéreo de transporte de suministros y tropas, hacia y desde el norte de África; luego aeropuerto Augusto Severo (NAT/SBNT), ahora cerrado con las operaciones trasladadas al Aeroporto Internacional Governador Aluizio Alves, de Natal (NAT /SBSG). Pasaron la noche en Parnamirim.

El día 2, a eso de las 10:00 AM comenzó la tercera etapa, la del cruce del Atlántico, con destino a Dakar (entonces África Occidental Francesa-AOF)

El último tramo, sobre una distancia ligeramente superior a la del cruce del Atlántico, entre Dakar y Madrid, prevista para el día 3, culminó finalmente el día 4, consecuencia del retraso derivado del problema técnico del T-45. Poco después del mediodía de ese día llegaron al Aeropuerto Transoceánico de Sevilla desde donde, tras breve escala, partieron hacia la capital de España, comenzando a aterrizar en Madrid-Barajas (MAD/LEMD) a partir de las 02:35 PM.

El primero en tocar tierra fue el ‘Santa María’ (LV-ABO), con el capitán Zanetti como comandante, aeronave en la que viajaron 35 cadetes. Pocos meses antes, en junio de 1947, el capitán Zanetti había sido quien, secundado por los pilotos capitanes Williams, Hinks y Sawers comandara el Douglas DC-4, matrícula LV-ABP, transportando a Eva Duarte de Perón en su histórica gira por España y extensivamente por Europa. Quince minutos después aterrizó el LV-AEU (‘La Niña’) y finalmente lo hizo el T-45 (‘La Pinta’), con 36 y 21 cadetes respectivamente.

 

En representación del Jefe de Estado Francisco Franco Bahamonde fueron recibidos en el aeropuerto por el entonces general de brigada Francisco Franco Salgado-Araujo, segundo jefe de la Casa Militar y primo de Francisco Franco; el ministro del Aire, general de división Eduardo González-Gallarza Iragorri; el embajador de la Nación Argentina en España, el médico entrerriano doctor Pedro J. Radío; el agregado aeronáutico a la embajada argentina, brigadier Edmundo Samuel Sustaita; otros funcionarios de alto nivel; gran número de estudiantes universitarios y personas que se congregaron en el aeropuerto.

El general González Gallarza pronunció las palabras de bienvenida, a las que respondió el comodoro Vélez.

Después de los saludos protocolares a los altos funcionarios españoles y a los de la embajada de la República Argentina, el comodoro Vélez y el brigadier Sustaita, pasaron revista a los cadetes que tras descender de los aviones, estaban formados en la pista.

 

Posteriormente, fueron trasladados en autocares al Colegio e Iglesia de Nuestra Señora de Loreto, en el madrileño barrio de Goya (distrito Salamanca); celebrándose en el templo una misa de acción de gracias por el feliz término del viaje, oficiándose un Te Deum. 

Nuestra Señora de Loreto, advocación mariana católica, es la patrona de las fuerzas aéreas y de la aeronáutica en Argentina, en España y en otros países, entre ellos, Bolivia, Chile, Colombia, Paraguay, Venezuela y Perú.  Por decreto del 24 de marzo de 1920 el Papa Benedicto XV, declaró y constituyó a Nuestra Señora de Loreto en "Patrona de todos los aviadores".

Desde la iglesia los oficiales y cadetes argentinos fueron trasladados a la Plaza de Colón donde realizaron una ofrenda floral, que fue depositada ante la peana de la que surge la columna que remata en la cúspide con la estatua de Cristóbal Colón en su monumento madrileño; entonces situado en el centro de la plaza de su nombre, delimitada por las calles de Serrano, Goya, Jorge Juan (Armada Española) y el eje de los paseos de Recoletos y La Castellana. Ahora trasladado a la isleta existente frente al lado oeste de la plaza y los Jardines del Descubrimiento (lado donde se encuentra el subterráneo Centro Cultural Fernán Gómez, de la Villa de Madrid), en el final del Paseo de Recoletos que sigue hacia el norte como Paseo de la Castellana; frente al principio de la calle de Génova.

Durante la visita se realizaron otros actos protocolares y visitas del caso.

Los cadetes estuvieron en el Museo del Prado y en el Museo del Ejército, entonces en el cercano Salón de Reinos del Palacio del Buen Retiro (ahora en el Alcázar de Toledo). Fueron recibidos en el Ayuntamiento de Madrid. También estuvieron en el Escorial (unos 60 kms. al N.O. de la Puerta del Sol) y visitaron el Monasterio.

Francisco Franco los recibió en el Palacio de El Pardo, donde fueron impuestas condecoraciones a los oficiales y cadetes argentinos. El comodoro Vélez hizo entrega a Franco de la nota y el presente enviado por el general Perón, un ejemplar del “Martín Fierro”, de José Hernández, de la edición de Amigos del Arte, realizada en 1930 por la Imprenta de Francisco Colombo, tapa dura con cubierta artesanal en cuero y pequeñas boleadoras con sus tientos, a título de señalador; con dedicatoria manuscrita y firma autógrafa del entonces presidente de la Nación Argentina. 

En Getafe, a unos 15 kms. al sur de la Puerta del Sol, visitaron las instalaciones de fabricación de aviones.

También viajaron a la ciudad de Toledo, a unos 75 kms. al sur del centro de la ciudad de Madrid, donde visitaron el Alcázar (aun parcialmente en ruinas, tras la guerra civil) y la cercana Catedral Primada de Santa María, entre otros puntos destacables de ésta ciudad castellana, que fuera sede de la Corte del Imperio hasta 1560, cuando Felipe II decidiera trasladarla a Madrid.

También fue ofrecido un Baile de gala en el Círculo de Bellas Artes, en la castiza calle de Alcalá, frente a su encuentro con la Gran Vía.

En las actividades fueron acompañados por oficiales del Ejército del Aire de España y por el embajador argentino, doctor Pedro J. Radio.

El regreso, previsto en principio para el día 7 de diciembre, se inició finalmente hacia el mediodía del día 8. Cerca de la 01:30 PM se despedían de España volando sobre tierras andaluzas a unos 1500 metros de altura.

A eso de las 09:00 PM llegaron a Dakar (AOF, ahora Senegal); reiniciando el vuelo en la madrugada siguiente, a eso de las 03:30AM del día 9, iniciando el cruce del Atlántico, con rumbo a Natal (Brasil).

En la mañana del día 10 siguieron hacia el sur y escoltados por una escuadrilla de la Fuerza Aérea Brasilera (FAB) hicieron escala en la Base Aérea dos Afonsos (BAAF/SBAF), de dicha Fuerza, establecida en la Guarnição da Aeronáutica dos Afonsos (primera escuela de pilotos del Brasil) a unos 20 kms. al noroeste del centro de Río de Janeiro, entonces capital del Brasil; haciéndose presente el entonces agregado aeronáutico a la embajada de la República Argentina ante el vecino país, brigadier Héctor F. Grisolía. Siguiendo desde allí hacia la Argentina.

Con relación a los equipos utilizados para el primer viaje de instrucción, cabe recordar que a partir de agosto de 1946 se había comenzado a incorporar al patrimonio nacional la flota más grande de Douglas DC-4 que tuvo la FAMA (Flota Aérea Mercante Argentina) para sus vuelos panamericanos y transoceánicos.

Sus matrículas eran: LV-ABI, LV-ABL, LV-ABM, LV-ABN, LV-ABO, LV-ABP, LV-ABQ, LV-ABR, LV-ABS, LV-ADH, LV-AEU, LV-AFD, LV-AFG, LV-AGG, LV-AGH, LV-XFZ, LV-XGD, LV-XGE, LV-XGH y LV-XGL.

Una vez en suelo argentino, el 12 de diciembre el general Perón recibió en su despacho a los integrantes de las tripulaciones delas aeronaves, a quienes felicitó individualmente; recordando en esa ocasión que al hacerse cargo del Gobierno Nacional había acordado con el entonces Secretario de Aeronáutica en no descansar hasta que el país tuviera "mil aviones en vuelo".

En ese acto participó también el Secretario de Estado de Aeronáutica, brigadier ingeniero Bartolomé de la Colina, primer comandante en jefe de la Fuerza Aérea Argentina, que para entonces tenía apenas dos años de existencia.

La más moderna de las Fuerzas Armadas había comenzado a gestarse el 11 de febrero de 1944, cuando se creara el Comando en Jefe de Aeronáutica, mencionándose en los considerandos del decreto la próxima creación de la Secretaría de Aeronáutica.

Luego de la Segunda Guerra Mundial, el gobierno de los Estados Unidos prohibió la venta de aviones a la Argentina, de modo que el país respondió comenzando a producir sus propios aviones en la Fábrica Militar de Aviones, creada en 1927.

El 29 de mayo de 1944, siendo vicepresidente y ministro de Guerra de la Nación, el entonces coronel Juan Domingo Perón visitó la ciudad de Córdoba, acompañado por el comandante en jefe de Aeronáutica, coronel Bartolomé de la Colina. En ese entonces se avanzó en la creación de dos nuevos centros militares, la Escuela de Especialidades, posteriormente Escuela de Suboficiales de Aeronáutica y la Escuela de Tropas Aerotransportadas. Este hecho convirtió a Córdoba en punto clave de concentración e instrucción de jóvenes para la defensa del país.

Se presentó además el avión argentino I.Ae. 22 DL mediante el vuelo de prueba realizado por el teniente Osvaldo Rovere. Las autoridades nacionales ordenarían una primera serie de 100 máquinas.

El 4 de enero de 1945 había nacido la Fuerza Aérea Argentina como fuerza armada independiente, al crearse la citada Secretaría. Asumiendo desde entonces la nueva Fuerza en pie de igualdad con el Ejército y la Marina de Guerra, la alta misión que significa la custodia y defensa de la Soberanía Nacional.

 

VIDEO:

NO-DO /Noticiero y Documentales Cinematográficos-España, n° 285 A y B, 15 de diciembre de 1947:

© Enrique F. Widmann M. / IberInfo-BAS|MAD